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Una organización eficiente

El debut de la Orquesta Sinfónica de Boston (BSO) fue en 1881, concretando el ideal de su fundador, veterano de la guerra civil, Henry Higginson, quien soñó siempre con la más alta presencia musical en su ciudad, poco similar al empresariado de Honduras. Hoy millones de gentes escuchan sus conciertos desde Boston, del festival de Tanglewood o por vía internet, radio, televisión, programas educativos, grabaciones y jiras artísticas.

La orquesta labora con compositores modernos, celebra festivales y desarrolla conciertos que concluyen en programas educativos y en la operatividad del Centro Tanglewood, sitio mundial para formar músicos (ver bso.org, Facebook, Instagram y YouTube). BSO ofrece programas educativos gratuitos, a fin de atraer audiencias jóvenes. Filial suya es la Orquesta Boston Pops, que interpreta música clásica ligera, popular y melodías de exhibición.

Desde entonces la BSO armó una estructura administrativa que es envidia del orbe y que a escala menor podríamos imitar. Comienza por un presidente ejecutivo más su equipo de asistentes y jefes de proyectos; un planificador artístico y un director del Centro Tanglewood, un director de finanzas y un vicepresidente de orquestas y producción; un ejecutivo de mercadeo, ventas y comunicación y el jefe de recursos humanos... Cuadro profesional este de ataque y arranque. Luego hay técnicos para archivos y colecciones digitales, conductor de coros y encargados de archivos digitales. Es el primer nivel.

Nada se diga del área técnica: ingenieros grabadores, expertos en audio y video, regidores de escena, productores y luminotécnicos, o de comunicación, en que operan un director, encargados de comunicaciones e, interesante, un director de voluntariado, otro de donaciones programadas e institucionales, varios coordinadores de donaciones individuales y donación anual, manejadores de regalos (legados), director de boletos y de relaciones con donantes, financieros y gestores. Esta es la clave del éxito de la orquesta, obtener financiamiento permanente

En 2022 su presupuesto fue de $. 400 millones generados mediante 54 conciertos con 118 255 asistentes; 22 conciertos en Tanglewood con 2017 asistentes; conciertos para jóvenes y familia (3975 asistentes); 40 conciertos en Esplanade con 8394 asistentes; 191 conciertos con total de 251 578 asistentes... pero sobre todo gracias a sus mil miembros constantes, socios y participantes con cuotas que oscilan de cien $ mensuales a cien mil dólares por año y por lo cual estos reciben beneficios escalados (boletos, invitaciones a galas y banquetes, entrevistas con artistas, asistencia a ensayos, álbumes, primicias...).

Su trabajada gestión (nada es gratis) proviene de venta de boletos y abonos por funciones, donaciones y patrocinios (individuales y corporativos). aportes de fundaciones y subvenciones, inversiones y “endowments” (fondos permanentes), eventos de recaudación (galas, subastas, conciertos benéficos), colaboraciones y regalías por grabaciones.

Si hay músicos inteligentes en Honduras encontrarán, tras esta información, una posible ruta excepcional para existir y financiarse. Todo depende de su audacia e imaginación....