Pobladores y ambientalistas se oponen a cárcel en Islas del Cisne

Los archipiélagos forman parte de una área marina protegida. Especialistas en infraestructura penitenciaria alertan que un proyecto en estas islas costaría hasta tres veces más que uno en tierra firme

Islas del Cisne se localizan en el Caribe hondureño a unos 210 kilómetros de Punta Castilla, en Trujillo. Está formada por tres islas: Cisne Grande, Cisne Pequeño y el Cayo Pájaro Bobo.

vie 23 de junio de 2023 a las 0:0

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La determinación del gobierno hondureño de habilitar Islas del Cisne, en el Caribe, como granja penal no es bien vista por ambientalistas y líderes comunitarios de la zona de La Mosquitia, quienes consideran que la edificación de un recinto carcelario causará un fuerte impacto en el ecosistema marino y la pesca artesanal.

La isla es un archipiélago con una área aproximada de 8 kilómetros cuadrados de superficie y está localizada al noroeste del mar Caribe, a unos 250 km de tierra firme.

Está formada por tres islas: Cisne Grande con 5.5 kilómetros cuadrados, Cisne Pequeño con 2.5 kilómetros cuadrados y el Cayo Pájaro Bobo (Booby Cay), de menos de 0.01 kilómetros cuadrados.

El informe “Análisis de potencial de desarrollo en Islas del Cisne”, realizado por la Secretaría de Recursos Naturales en 2007, determina que Islas del Cisne, como reserva marina, forma parte de las 39 áreas protegidas prioritarias entre las 99 áreas protegidas existentes en el país, denotando la importancia del archipiélago desde el punto de vista de biodiversidad y singularidad ecosistémica.

Para la bióloga marina Gabriela Ochoa, la edificación de una cárcel y traslado de los reos causaría destrucción de los ecosistemas marinos y terrestres, afectando el hábitat de las especies en la zona.

“Es importante recordar que las Islas del Cisne es un área marina protegida, tiene cierto nivel de protección por los hábitat importantes que hay dentro de la isla y fuera; yo le diría a la presidenta que reconsiderara la decisión”, dijo.

La oposición a las decisiones de Castro también se dan por parte de los pobladores de La Mosquitia, quienes indican que vendría a afectar la pesca en la zona. Ranulfo Julián Andares, presidente de la organización Miskitu Asla Takanka (Masta), enfatizó que antes de tomar cualquier decisión deben consultar con el pueblo misquito.

“Mantenemos nuestra postura que es un rotundo no la construcción de cárceles en nuestra zona”.

Costosa

Especialistas en infraestructura penitenciaria explicaron a EL HERALDO que la edificación de un centro penal en una isla tan remota elevaría los costos comparado con una instalación en tierra firme.

“¿Se imagina usted lo que va a costar solo el transporte de materiales a eso?”, es la reflexión de un experto en la materia, tomando de partida los 250 kilómetros de distancia a territorio continental.

Además, para este tipo de obra se requiere la instalación de un campamento para los obreros. Hay que “hacer campamento donde viva la gente que va a construir primero, gente que le debe pagar el día entero, dándole vivienda y comida, porque no es como un albañil que lo lleva por jornada”, advirtió.

A cálculo rápido, el experto estimó que los costos se elevarían tres veces más en comparación con un proyecto normal (que ya de por sí los centros de máxima seguridad arrastran precios especiales).No obstante, el gasto no se queda en la edificación, pues el mantenimiento también tendría una factura elevada para el erario público.

“Las Islas del Cisne tienen una cualidad, que no tienen agua potable. Entonces, ahí usted no sólo ocupa una potabilizadora, ocupa una desalinizadora (eliminar la sal), que son increíblemente captonas en energía”, alertó.

En conclusión, la operación de la cárcel costaría hasta cinco veces más que un penal en tierra firme.

Notas Relacionadas