Experta describe escena ‘infernal’ por epidemia de gripe aviar en Argentina

Marcela Uhart, experta en elefantes marinos, quedó atónita ante la devastación causada por el virus H5N1 en las playas de la Península Valdés de Argentina

Si bien aún no hay indicios de que el virus pueda causar una pandemia en humanos, la posibilidad de que se adapte a las personas es preocupante.

sáb 4 de mayo de 2024 a las 20:50

Por Apoorva Mandavilli y Emily Anthes | The New York Times

En sus 30 años de trabajo con elefantes marinos, Marcela Uhart nunca había visto nada parecido a la escena en las playas de la Península Valdés de Argentina en octubre pasado.

Era temporada de reproducción; la playa debería haber estado repleta de harenes de hembras fértiles y machos enormes peleando entre sí por el dominio. En lugar de ello, era “simplemente cadáver sobre cadáver sobre cadáver”, dijo Uhart, que dirige el programa de salud de fauna latinoamericana en la Universidad de California, en Davis.

El H5N1, uno de los muchos virus que causan la gripe aviar, ya había matado a al menos 24 mil lobos marinos sudamericanos en las costas del continente en menos de un año. Ahora había venido por los elefantes marinos.

Cachorros yacían muertos o agonizantes en la línea de marea alta. Cachorros enfermos yacían apáticos, con espuma saliendo de sus bocas y narices.

Uhart lo llamó “una imagen salida del infierno”.

En las semanas siguientes, ella y un colega —protegidos de pies a cabeza con guantes, batas y tapabocas, y empapándose periódicamente con cloro— documentaron cuidadosamente la devastación. Miembros del equipo se instalaron en lo alto de acantilados cercanos, evaluando el número de víctimas con drones.

Lo que encontraron fue impactante: el virus había matado a aproximadamente 17 mil 400 crías de foca, más del 95 por ciento de los animales jóvenes de la colonia.

La catástrofe fue la más reciente de una epidemia de gripe aviar que ha azotado al mundo desde el 2020, llevando a las autoridades de varios continentes a matar millones de aves de corral y otros pájaros.

No se ha podido detener al H5N1. Los virus de la gripe aviar tienden a ser quisquillosos respecto a dónde se instalan y, por lo general, se limitan a un tipo de ave silvestre. Pero éste se ha infiltrado rápidamente en una gama sorprendentemente amplia de aves y animales, desde ardillas y zorrillos hasta delfines nariz de botella, osos polares y, más recientemente, vacas lecheras.

“En mi trayectoria con la gripe no hemos visto un virus que amplíe su rango de esta manera”, dijo Troy Sutton, virólogo que estudia los virus de la influenza en la Universidad Estatal de Pensilvania.

El golpe a los mamíferos marinos y a las industrias láctea y avícola es bastante preocupante. Pero una preocupación mayor, dijeron los expertos, es lo que presagian estos acontecimientos: el virus se está adaptando a los mamíferos y está cada vez más cerca de propagarse entre las personas.

Una pandemia humana no es inevitable. Al menos hasta ahora, los cambios en el virus no indican que el H5N1 pueda causar una pandemia, dijo Sutton. Aún así, dijo, “realmente no sabemos cómo interpretar esto o qué significa”.

En 1996 se identificó una cepa altamente patógena de H5N1 en aves acuáticas domésticas en China. Al año siguiente, 18 personas en Hong Kong se infectaron con el virus y 6 murieron. Luego el virus quedó en silencio, pero resurgió en Hong Kong en el 2003. Desde entonces, ha causado docenas de brotes en aves de corral y ha afectado a más de 800 personas que estuvieron en estrecho contacto con las aves.

Mientras tanto, siguió evolucionando.

La versión del H5N1 que actualmente circula por todo el mundo surgió en Europa en el 2020 y se extendió rápidamente a África y Asia. Mató a veintenas de aves de granja, pero a diferencia de sus predecesoras también se propagó ampliamente entre las aves silvestres y muchos otros animales.

La mayoría de las infecciones de mamíferos probablemente fueron casos “sin salida”: quizás un zorro que se comió un ave infectada y murió sin transmitir el virus. Pero algunos brotes más grandes sugirieron que el H5N1 era capaz de más.

La primera pista llegó en el verano del 2022, cuando el virus mató a cientos de focas en el noreste de Estados Unidos y Quebec. Unos meses más tarde, se infiltró a una granja de visones en España.

Después de ser detectado por primera vez en América del Sur, en aves de Colombia en octubre del 2022, el virus se extendió por la costa del Pacífico hasta Tierra del Fuego y subió por la costa del Atlántico.

En el camino, mató a cientos de miles de aves marinas y decenas de miles de leones marinos en Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. Los lobos marinos se comportaron de manera errática, sufriendo convulsiones y parálisis; las hembras preñadas abortaron a sus fetos.

“Nunca habíamos visto lo que sucedió cuando el virus se trasladó a Sudamérica”, dijo Uhart.

No está claro exactamente cómo y cuándo saltó el virus a los mamíferos marinos, pero lo más probable es que los leones marinos entraran en contacto cercano con aves infectadas o excremento contaminado.

En algún momento es probable que el virus haya evolucionado para propagarse directamente entre los mamíferos marinos: en Argentina, las muertes de leones marinos no coincidieron con la mortalidad masiva de aves silvestres.

El análisis genético sugiere que los mamíferos marinos adquirieron sus infecciones unos de otros. Las muestras de virus aisladas de leones marinos en Perú y Chile y de elefantes marinos en Argentina comparten alrededor de 15 mutaciones que no se observan en las aves; las mismas mutaciones también estuvieron presentes en un chileno que fue infectado el año pasado.

Hay numerosas oportunidades para que el H5N1 pase de los mamíferos marinos a las personas. Un elefante marino enfermo que estuvo sentado durante un día y medio en una playa pública de Argentina resultó portar enormes cantidades de virus. En Perú, los científicos recolectaron muestras de cadáveres de leones marinos que yacían junto a familias que disfrutaban de un día de playa.

Los virus de la gripe son expertos en desarrollar nuevas mutaciones; cuando dos tipos de virus de la gripe infectan al mismo animal, pueden mezclar su material genético y generar nuevas versiones.

Un estudio del año pasado demostró que después de que el virus H5N1 ingresó a Estados Unidos, rápidamente se mezcló con otros virus de la gripe que circulaban en el País y se transformó en varias versiones —algunas leves y otras que causaban síntomas neurológicos graves.

“Ahora, después de 20 años de recombinación, tenemos un virus que en realidad se comporta extraordinariamente bien en toda una variedad de especies de aves y mamíferos”, dijo Vincent Munster, virólogo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas cerca de Washington, que ha estudiado las mutaciones necesarias para que el H5N1 se adapte a las personas.

Cada especie nueva que alberga el virus crea oportunidades para que el H5N1 siga evolucionando y salte a las personas.

Incluso si el virus salta a las personas, “es posible que no veamos el nivel de mortalidad que realmente nos preocupa”, dijo Seema Lakdawala, viróloga en la Universidad Emory, en Atlanta. “La inmunidad preexistente a las cepas de gripe estacional proporcionará cierta protección contra enfermedad grave”.

El brote en una granja lechera en Estados Unidos ha provocado sólo una infección humana leve, pero las granjas son un terreno fértil para que el virus salte de especie —del gato a la vaca, al cerdo y al ser humano, en cualquier orden.

A muchos científicos les preocupan en particular los cerdos, que son susceptibles a las cepas de gripe humana y aviar, brindando el recipiente perfecto para que los virus intercambien genes. Los cerdos se sacrifican cuando son muy jóvenes, y las generaciones más nuevas, sin exposición previa a la gripe, son particularmente vulnerables a las infecciones.

Hasta ahora, el H5N1 no parece capaz de infectar a los cerdos, pero eso podría cambiar a medida que adquiera nuevas mutaciones.

Si el H5N1 se adapta a las personas, los funcionarios gubernamentales tendrán que trabajar juntos y con sus homólogos internacionales. El nacionalismo, la competencia y la burocracia pueden obstaculizar el intercambio de información que es crucial en un brote en desarrollo.

En cierto modo, la actual propagación entre las vacas lecheras es una oportunidad para practicar el simulacro, dijo Rick Bright, director ejecutivo de Bright Global Health, una empresa de consultoría que se centra en mejorar las respuestas a las emergencias de salud pública.

© 2024 The New York Times Company

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