La protección del bosque es el componente del manejo forestal, con mayor complejidad por su relación con los problemas sociales y la silvicultura en general. En Honduras a pesar de los avances que se han obtenido en reforestación, se mantiene una tasa alta de deforestación, demostrándonos estar aplicando políticas no adecuadas. Es importante reconocer el problema de protección del bosque, el cual debe estar sustentado en el valor de las áreas que se protegen por eso, es importante comenzar diciendo: cuanta área hemos protegido además de, cuántos incendios combatimos y cuanta área se afectó.
Por consiguiente, urge revisar e implementar acciones preventivas con nuevas políticas que puedan dar mejores resultados. Por ejemplo: en la evaluación, es importante analizar la ocurrencia de incendios porque es producto de lo que hicimos en prevención y el área quemada por incendio, es producto de la eficacia de la organización implementada. Existen 36 municipios con un 80% de incidencia de incendios, por consiguiente, concentrar el trabajo preventivo en dichos municipios a partir de julio. Contratar un técnico para cada municipalidad respaldado con convenio entre municipalidad e ICF.
La contratación de personal para cuadrillas o vigilancia, no debe politizarse porque se crea resentimiento en otros no contratados. Las comunidades necesitan tener mayores beneficios del bosque con decisiones de manejo forestal, adoptando compromisos en la protección del bosque.
Establecer ordenanzas municipales para que propietarios y usuarios de bosques paguen costos que incurre la municipalidad por el control de incendios según la ley. Previo convenio con Educación, organizar en primaria, a jóvenes, en clubes forestales juveniles, con apoyo de UNICEF y Boyscouts. Llevar un registro por incendio que ocurre a través del reporte individual que refleja 10 indicadores. Establecer premios por los mejores resultados a nivel municipal y comunitario.
