Editorial

Libertad de prensa en riesgo

En el marco de las celebraciones, ayer, del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el organismo no gubernamental Reporteros sin Frontera hizo público su informe anual sobre la situación de este derecho en el mundo, y en el cual, Honduras, sigue teniendo un puesto entre los países en los que más se deteriora este derecho, y uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo.

“La prensa hondureña vive un lento descenso al infierno desde hace más de una década, tras el golpe de Estado de 2009. El país sigue siendo uno de los más mortíferos para el periodismo en el continente americano, lo cual crea un clima de autocensura y miedo en la prensa”, es la lapidaria introducción al capítulo correspondiente al análisis de la situación de la libertad de prensa en nuestro país, que arrastra más de un centenar de muertes de personas ligadas a los medios de comunicación, entre periodistas, comunicadores sociales y propietarios, crímenes que en su gran mayoría están impunes.

Pero también señalan otros ataques a los que están enfrentándose los periodistas hondureños en el ejercicio diario de su profesión, aún con la llegada al poder de un nuevo gobierno: “Los periodistas se enfrentan a retos similares a los que encaraban con gobiernos anteriores: discursos denigrantes de los nuevos funcionarios, el rechazo al acceso a las fuentes informativas a periodistas no afines al gobierno y la falta de protección contra las amenazas”.

La situación es grave, los problemas están sobre la mesa y seguro que los seguiremos enfrentando con hidalguía, de pie, porque estamos conscientes de que la libertad de prensa es la piedra angular de las sociedades democráticas y que las naciones se fortalecen mediante la información, el debate y la confrontación de puntos de vista, y que garantizar este derecho es fundamental para el buen funcionamiento de la democracia y del Estado de derecho.