Las pruebas de evaluación de desempeño docente revelaron que el sistema educativo publico está plagado de docentes con niveles mediocres e insatisfactorios de conocimiento.
El informe preliminar de los resultados de los exámenes de entendimiento al que fueron sometidos 55 mil maestros de centros públicos arrojó que el promedio nacional de notas fue de un 68 por ciento, lo que a juicio de la Secretaría de Educación desnuda que el perfil de miles de maestros no es el adecuado para impartir clases.
Pero también hay segmentos de maestros que obtuvieron calificaciones de hasta 11 por ciento, siendo estos los que peor nota obtuvieron.
La pruebas fueron realizadas por la Dirección General de Evaluación de la Calidad Educativa (Digece), de la Secretaría de Educación, del 15 al 22 de julio en los niveles de prebásica, básica y media en materias de matemáticas, español y pedagogía.
La Digece utilizó los resultados de 45,532 exámenes para establecer el promedio de rendimiento y los resultados son preocupantes. Los porcentajes fueron establecidos en cuatro categorías.
En el nivel “medio” o mediocre se ubican 33,215 profesores (73 por ciento de los evaluados) que sacaron notas entre 61 y 80 por ciento.
Mientras, apenas 2,364 educadores (5 por ciento de los evaluados) sacaron de 81 a 100 puntos, o sea están en un nivel alto.
En las categorías de nivel bajo e insatisfactorio se situó el 22 por ciento de los maestros, es decir 9,898 maestros.
Específicamente en el nivel bajo hay 672 educadores (2 por ciento de la población evaluada) cuyas notas fueron de 11 a 40 puntos.
Entre tanto, un 20 por ciento de los maestros, o sea 9,271 educadores, sacaron de 40 a 60 puntos en los exámenes.
“Para efectos de ilustrar si se quisiera establecer qué maestros están reprobados con referencia a la norma del 60, se puede concluir que el 22 por ciento de los docentes reprobaron, siendo una población de casi 10,000 docentes”, dice el informe.
La Digece aplicó 35 preguntas de matemáticas, 35 de español y 35 de pedagogía, por ser estas materias las que, según parámetros internacionales, son las más idóneas para medir el nivel de conocimiento y capacidad que tiene un docente.
El 90 por ciento de la prueba se hizo vía Internet y el 10 por ciento en físico.
Unos 6,500 mil docentes que obtuvieron baja calificación o no pudieron concluir la prueba por problemas técnicos la repitieron la semana pasada.
Resultados por región
La Secretaría de Educación también hizo una evaluación de resultados por departamentos y el resultado nacional fue de 68 por ciento.
El departamento que obtuvo la mejor nota fue Valle con 73 por ciento, seguido de Cortés y Choluteca, en donde la nota fue de 69 puntos cada uno.
Con 68 por ciento resultaron Francisco Morazán, Santa Bárbara y El Paraíso, mientras que Ocotepeque, Comayagua, Yoro, Atlántida, Olancho y Copán la nota fue de 67 por ciento.
En orden descendente se ubicaron Intibucá (66 por ciento); La Paz (66 por ciento); Lempira (66 por ciento); Colón (63 por ciento); Islas de la Bahía (63 por ciento) y en último lugar Gracias a Dios (60 por ciento).
“Tenemos resultados que dicen que hay profesores de alto nivel, pero casi todos se ubican en un medio, esto quiere decir que la mayoría de profesores tiene una calidad media, pero esto es producto de toda la formación que todos los profesores han tenido”, expresó Dennis Cáceres, director de Digece.
Deficiencias por materia
El funcionario explicó que la mayor deficiencia que tienen los docentes son en los contenidos de matemáticas en los niveles de quinto grado, sexto grado y noveno grado.
“Hay mayores problemas en geometría, aquellos ejercicios de figuras o de ecuaciones”, dijo Cáceres.
Remarcó que las evaluaciones sirvieron también para identificar que el maestro no recibió la educación necesaria en su etapa de formación, por lo que no toda la culpa es de los docentes por los bajos resultados.
Respecto a la asignatura de español, los maestros evidenciaron más falencias en identificar antónimos.
Las preguntas de pedagogía estaban relacionadas a lógica matemática y, según Cáceres, eso hizo que los resultados en esta asignación bajaran.
Cáceres aclaró que no se piensa sancionar a nadie que haya reprobado la prueba, pero la misma es obligatoria y que todos los que obtuvieron resultados malos tienen que someterse a jornadas de capacitación que impartirá la Secretaría de Educación a finales de agosto. Maestros de matemáticas y de español serán los encargados de impartir estas nivelaciones.
Preguntas
La dirigencia docente se quejó de que muchas preguntas que contenía el cuestionario estaban formuladas de forma ilógica
y que no tenían respuesta.
Cáceres explicó que las pruebas contenían niveles de dificultad baja, media y difícil, de acuerdo al contenido que se le tiene que impartir a los estudiantes, es decir, que no se salen del pénsum académico.
“Cada prueba arrastra una pequeña inclinación de los temas que los alumnos no dominan y si no lo dominan es que los maestros tampoco lo dominan”, acotó.
Recordó que hubo más de dos mil docentes que sí lograron responder preguntas que se consideran difíciles, aunque ninguno sacó una nota de 100 por ciento.
La nota más alta la sacó una catedrática de Cortés que obtuvo 86 puntos.
Estos reactivos (tipos de preguntas) resultaron difíciles porque nosotros, la mayor parte de los docentes, no somos buenos en matemáticas, salvo los profesores que son de matemáticas”, expresó.
Las preguntas no se elaboraron al azar, aclaró Cáceres, sino que fueron construidas en base a un estudio minucioso en el que primero se hizo una prueba de campo para corroborar si estaban bien estructuradas.
Después un especialista la analizaba de nuevo y le hacía correcciones en caso de que se tuvieran que hacer.
No hubo ninguna pregunta que nunca fuera contestada, es decir que siempre hubo más de algún profesor que dio con la respuesta correcta.
Si hubiese habido una interrogante que nadie respondiera, entonces eso indicaría que se formuló mal, indicó Cáceres.