La que viene podría ser una campaña de la izquierda contra la derecha, o viceversa, pero algunos observadores consideran que en el país no habrá una marcada ideología como ha ocurrido en otros países centroamericanos.
En Honduras siempre hubo una izquierda organizada que no pudo desarrollarse por diferentes circunstancias, ya sea porque fue reprimida por los gobiernos de derecha, capturados, desaparecidos, asesinados o exiliados sus principales dirigentes, o porque nunca tuvo la capacidad de encarar tales desafíos.
En el caso actual, curiosamente, la izquierda hondureña es liderada por la burguesía y oligarquía.
El gobierno nacionalista de Tiburcio Carías Andino está registrado por la historia como el más oprobioso régimen que reprimió todo tipo de oposición, desde liberales moderados, hasta los más radicales, no digamos los intelectuales críticos y los dirigentes de izquierda que tuvieron que salir del país.
Los partidos que habían organizado la izquierda prácticamente desaparecieron durante los 16 años de la dictadura (1933-1948) que puso de relieve su doctrina “entierro, encierro y destierro”.
Hubo algunos movimientos de izquierda en esa época pero de manera clandestina.
Los movimientos reaparecieron durante las épocas de los 50, 60, 70 y con más énfasis en los 80, pero igualmente fueron desapareciendo.
A pesar de ello, en Honduras no se produjo un movimiento insurrecional determinante, como sí los hubo en Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Solo a principios de los 80 el doctor José María Reyes Matta ingresó por Olancho encabezando un grupo de guerrilleros pero fueron neutralizados y aniquilados.
En los 90, tras el desaparecimiento de la “Guerra Fría”, se produjo cierta apertura y fue cuando el gobierno de Rafael Callejas promovió el retorno de los exiliados dirigentes de izquierda que vinieron a organizar el partido Unificación Democrática (UD).
Honduras con menos tolerancia ideológica
Para el analista político Julio Navarro, Honduras es un país con menos tolerancia ideológica. “Nicaragua y El Salvador son países que tienen mayor tolerancia a las posiciones de izquierda o de derecha, porque ya tienen alguna tradición histórica de confrontación entre estos dos sectores”.
“Pero en Honduras no hay tradición, de una confrontación en una campaña de lo que pueda ser derecha, lo que se llame centro o lo que pueda ser izquierda. Antes, a los que acusaban de izquierda, no eran más que liberales en el sentido literal de la palabra. La lucha ideológica que pueda plantearse en el fondo es media falsa, porque aquí no hay proyectos de carácter económicos alternativos. O sea, de plantear socialismo o capitalismo. Lo que hay son posiciones de statu quo de algunos y posiciones reformistas de otros grupos”.
El partido Libre, según Navarro, es el partido más diverso en su militancia, hay distintos grupos que representan distintas posiciones ideológicas y políticas.
Palacios no ve una lucha ideológica
Para el coordinador de la organización Mirador Electoral, Adán Palacios, en la campaña no habrá una lucha ideológica marcada.
En el Partido Libertad y Refundación (Libre) “todos los voceros son exliberales que hace dos años eran liberales, y yo no podría decir que son socialistas, porque no lo muestran. ¿Dónde está el contenido ideológico?, se preguntó.
Palacios, en su análisis, no se refirió a otros grupos que forman el partido Libre y que nunca fueron liberales. Exhortó al partido Libre a “poner en la discusión, en la campaña, las bases ideológicas del socialismo”.
¿En qué se parece esta lucha con las de El Salvador y Nicaragua?, se le preguntó. “No se parecen en nada, es que no hay plataformas ideológicas. Lo que hay es un reafirmamiento de un centro con una derecha bien definida”.
“Decir: vamos hacia la izquierda, yo no lo veo, al menos que lo miremos en esta campaña. Si no lo presentan en los planes, no hay ninguna ideología. Palacios pertenece al partido Demócrata Cristiano.
Yo no le veo el tinte ideológico
“Yo no le veo (a la campaña) el tinte ideológico”, expresó el expresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Augusto Aguilar.
“La diferencia está en que en todas las elecciones anteriores dos partidos políticos eran absolutamente mayoritarios, donde el Partido Nacional y el Partido Liberal han acumulado el 95 por ciento del electorado y los otros apenas obtenían 1.5 y dos por ciento”, de los votos válidos.
“Ahora son cuatro partidos los que tienen o están muy cerca entre sí, esto quiere decir que el presidente que salga electo no va a llegar ni al 30 por ciento de los votos válidos”.
“Aunque gane legalmente no tendrá la legitimidad. Su juicio, en otros países como El Salvador y Nicaragua “sí han habido partidos de izquierda, el sandinismo ha sido un partido de izquierda y vea que se lleva bien con la empresa privada, nada de servicio militar obligatorio, nada de expropiaciones. Los empresarios están felices porque antes exportaban tres millones y ahora exportan seis”.
Hay un proceso de pluralización
Para el escritor y analista Rolando Sierra Fonseca, lo más importante en esta nueva etapa de la política hondureña es que “el país ha entrado a un proceso de pluralización”.
La apertura que han mostrado las fuerzas políticas de antaño “es algo sano para una democracia”. “En la medida que hay una diversidad de ofertas políticas electorales”, es mejor para el país.
“El tema es que sea un proceso verdadero, amplio, ético, de pluralización político-partidario y que la ciudadanía sienta que tenga las ofertas y las oportunidades de escoger a un nuevo gobierno”, dijo el ensayista.
¿Habrá una marcada lucha de izquierda contra derecha?, se le consultó:
“Eso dependerá de cómo se manejen las campañas políticas. Que la ciudadanía lo vea como un avance para el país, porque se genera un proceso de pluralización político-ideológico y creo que la ciudadanía no se va a centrar en esa polarización”.