Tegucigalpa, Honduras
Los hilos del narcotráfico se tejieron con precisión en un país clave para servir de paso entre productores y consumidores.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO reveló ayer cómo un grupo de 14 personas que se vanagloriaban de ser prósperos empresarios se aliaron para delinquir, dividiendo el país en feudos del narcotráfico.
Estos sujetos, conocidos en un informe de Inteligencia al que tuvo acceso EL HERALDO, se denominaban Los 14E, es decir, 14 “empresarios” que invertirían en prósperas empresas como mecanismo viable para lavar cantidades industriales de dinero provenientes del narcotráfico.
Entre Los 14E existen patrones comunes, entre ellos lujosas mansiones, carros blindados, animales exóticos, casas con piscinas decoradas con paisajes naturales, habitaciones blindadas, caletas para el ocultamiento de armas y dólares, pistas clandestinas, armas bañadas en oro y cubiertas de piedras preciosas.
En el ámbito social, estos sujetos diseñaron redes de corrupción que incluían a policías de todas las escalas, oficiales, militares y políticos.
Todas las estructuras políticas fueron infiltradas por estos grupos del narcotráfico con aportes financieros a las campañas, suministros logísticos, transporte y con piezas clave en cargos de elección popular.
Es así que llegan al Congreso Nacional, a las alcaldías y a puestos importantes del Ejecutivo personas ligadas y financiadas por el narcotráfico.
De acuerdo a las investigaciones de EL HERALDO, el país fue dividido por los carteles del narcotráfico.
El cartel de los Valle
Es así que entra en escena el cartel de los Valle Valle, con influencia en toda la zona occidental del país, siendo su principal centro de operaciones el departamento de Copán.
En 2008, el cartel de los Valle Valle llega a un acuerdo con el cartel de Los Cachiros para que ellos manejen y controlen el litoral Atlántico, siendo su centro de operaciones la ciudad de Tocoa, en Colón.
El cartel de los Valle Valle era liderado por al menos tres hermanos: Miguel Arnulfo, Luis Alfonso y José Reynerio.
Pero también eran parte de la organización Digna y José Inocencio. Todos guardan prisión en Estados Unidos.
Bajo el acuerdo, los Valle controlan el tráfico de droga por Cortés (con Héctor Fernández Rosa), Santa Bárbara y norte de Copán.
El cartel de Los Cachiros
En el caso de Los Cachiros, el cartel era liderado por los hermanos Javier Eriberto Rivera Maradiaga y Devis Leonel Rivera Maradiaga. Ambos se entregaron a Estados Unidos, evadiendo así un proceso de extradición.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos designó como socios de esta red al padre y madre de ambos, Santos Isidro Rivera Cardona y Esperanza Caridad Maradiaga López, así como sus hermanos Maira Lizeth Rivera Maradiaga y Santos Isidro Rivera Maradiaga.
Los Cachiros manejaban la droga desde la costa este de La Mosquitia y la zona caribeña, incluyendo Colón, Atlántida, Yoro, norte de Olancho y Omoa, Cortés.
Cartel de los hermanos AA
Según la información en poder de la Unidad Investigativa de EL HERALDO, tanto los Valle como Los Cachiros, que integraban el grupo de los 14E, buscaron ejercer control en otros sectores clave del territorio.
Entra en escena el cartel de los hermanos AA, afincado en sur de Copán y con influencias en todo el departamento de Ocotepeque.
Como parte de sus estrategias, colocan a varios de sus miembros en puestos políticos y patrocinan a residentes de algunos municipios de Copán para que puedan tramitar visas estadounidenses.
Con sus documentos en regla, viajan al país del norte, donde sostienen reuniones de planificación con miembros del Cartel de Sinaloa.
Toda la droga del cartel de los hermanos AA es enviada a través de Guatemala al Cartel de Sinaloa, del cual es líder Joaquín “El Chapo” Guzmán, según los informes obtenidos por EL HERALDO.
Este cartel controla el triángulo dorado del tráfico de estupefacientes en la zona norte de México (Chihuahua, Durango y Sinaloa) con canales de circulación hasta la frontera con Guatemala.
De acuerdo a la información de inteligencia, este cartel de los hermanos AA tiene un representante en Tegucigalpa que maneja más de 40 compañías de construcción con contratos vigentes desde hace 10 años en una secretaría de Estado.
Este cartel de los hermanos AA pronto adquirió gran poder, lo que los condujo a distanciarse del cartel de los Valle Valle.
Así, los Valle Valle pasan a convertirse en sus rivales en Honduras, mientras en México mantiene como aliados al Cartel de Sinaloa.
Este cartel disputa el control de la droga en México con los Zetas, Cartel del Golfo y Cartel de Suárez, siendo Chihuahua uno de los estados en disputa.
Es común, entonces, que en Copán se encuentren narcotraficantes mexicanos ligados al Cartel de Sinaloa.
Cartel del sur
Del cartel de los hermanos AA nace el cartel del sur.
Como cartel emergente, pasa a controlar la zona sur del país y el oriente (fronteras con Nicaragua).
Según lo investigado por EL HERALDO, el jefe de este cartel en los inicios del 2001 era conductor de camiones, oficio que le permitió conocer todo punto ciego con Guatemala en Copán y Ocotepeque.
Aún sin saber leer ni escribir, se inició en la política local trabajando para los jefes del cartel de los hermanos AA.
Su trabajo político le permite alcanzar posiciones de poder en la alcaldía y posteriormente llega, inclusive, al Congreso Nacional.
Después de ocho años de servicio, este jefe pide autorización al cartel de los AA para independizarse, permiso que obtiene con la condición de pagar un impuesto por cada tonelada de droga trasegada a través de la zona sur, según los informes.
Además, se le condiciona que no debía enviar al mismo cartel mexicano con el que ya trabajaba el cartel de los hermanos AA.
Como cartel emergente, el jefe introduce en el 2008 a dos sujetos para servir de testaferros, coordinar aterrizajes de avionetas en nuevas pistas en el sur y comprar propiedades en la zona fronteriza para aumentar los puntos ciegos con Nicaragua.
En las planicies, el jefe ordena construir pistas clandestinas para el aterrizaje de avionetas de América del sur.
Estas pistas se ubican en las inmediaciones de El Coyol, al norte del Guasaule; Palo Verde, al este de San Benito y en la zona del Castaño.
El HERALDO supo que muchas de estas pistas fueron destruidas por las autoridades, pero fueron reconstruidas en menos de 10 horas.
Con el cartel conformado, el jefe comienza a mover droga en camiones de ganado y se ve obligado a ampliar sus contactos internacionales.
Hace sus primeros contactos con los narcotraficantes guatemaltecos Rubén Arita Rivera y Flavio Rojas, quienes fueron detenidos este año en Guatemala por la división de antinarcóticos de ese país.
A ambos se les encontró cocaína y dólares con los cargos de narcotráfico.
Es Rubén Arita quien contacta al mexicano Luis Eduardo Sánchez Arellano, buscado por la DEA. Con Sánchez Arellano acuerdan que la droga del cartel del Sur será enviada a su medio hermano Samuel Zamora Arellano, líder del Cartel de Tijuana en México.
Los reportes de inteligencia establecen que en septiembre de 2010 (dos años después de independizarse), el jefe se reúne con Arellano Félix (media hermana de Samuel Zamora) en un hotel de Choluteca.
Para fortalecer las actividades del cartel del Sur, el jefe designa como su representante en México a un sujeto identificado por las iniciales AC, un exconductor de la DNIC que salió con baja deshonrosa.
Además se une al cartel del Sur el nicaragüense Francisco Martínez Novoa y los hermanos “C”. de Choluteca, quienes se encargan de asistir los aterrizajes de aeronaves en las zonas limítrofes con Nicaragua.
Este cartel tiene en sus filas importantes contactos políticos y son conocidos por financiar pomposos eventos artísticos, patrón que también siguieron los carteles de los Valle Valle, de los hermanos AA y de Los Cachiros.
Además, este cartel empezó a comprar pequeños medios de comunicación y empresas de cable con el fin de ejercer control sobre la información a nivel local.
El cartel de Olancho
Los informes en poder de EL HERALDO también establecen la existencia del cartel de Olancho, el cual tenía nexos con el cartel de Los Cachiros que manejaban La Mosquitia, Colón, Yoro, Atlántida y el norte olanchano.
Las investigaciones establecen los nombres de las familias implicadas en el trasiego de drogas desde Olancho.
Según estos informes, son cinco las familias implicadas en el trasiego para el Cartel del Golfo en México; de estas, tres tienen fuerte arraigo político y dos son empresarios ganaderos.
El contacto de estas familias en México es el mexicano Eduardo Costilla, alias “El Coss”, líder del Cartel del Golfo.
Los narcotraficantes mexicanos envían la droga hasta los sectores de las playas de Yucatán, Tamaulipas y Nuevo León (costa del Pacífico).
Este cartel es uno de los más antiguos, siendo fundado en los años 80 por conocidos personajes que actuaron en sociedad con el narcotraficante Osiel Cárdenas, jefe del Cartel del Golfo arrestado en el 2003.
El cartel del valle de Sula
También existe el cartel del valle de Sula, que ha sido manejado desde hace 12 años por un hondureño recién capturado.
La información de inteligencia señala que sus contactos son los miembros de la Familia Michoacana.
De hecho, los informes indican que este sujeto tuvo en el 2010 una reunión en San Pedro Sula donde estuvieron presentes los mexicanos Nazario Moreno y José de Jesús Méndez, ambos representantes del Cartel de la Familia Michoacana.
Los informes en poder de EL HERALDO indican que este cartel tenía control del trasiego desde el Lago de Yojoa hasta Corinto, frontera con Guatemala.
Fueron conocidos por tener contactos políticos a nivel de diputados y alcaldes en el departamento de Cortés.