Tegucigalpa, Honduras
Los 61 millones de dólares que Shanghai SIPG pagó por el brasileño Óscar, desterrado en el inglés Chelsea, representaron el decimosexto fichaje más caro de la historia y el número uno de la Superliga China, que empieza a hacer bulla para convertirse dentro de muy poco en el paraíso terrenal de los futbolistas del mundo.
¿Pero cómo explicar la explosión económica que amenaza con llevar a figuras como Lionel Messi, Pepe, Cesc Fábregas o Carlos Tévez para levantar el nivel futbolístico del gigante socialista asiático?
1.- Los clubes chinos (juegan 16 en Primera División, cuyo último campeón es Guangzhou Evergrande) apuestan por llevar a su liga a las máximas figuras del mundo para que los futbolistas locales aprendan a la par de los mejores.
2.- Contrario a las principales ligas europeas o americanas, la Superliga China permite la contratación solamente de cinco jugadores extranjeros.
3.- Los clubes pueden contratar jugadores en cualquier puesto, menos el de arquero. Los 16 equipos tienen cubiertas las cinco plazas y respetan la nacionalidad china de sus guardametas.
4.- Aparte de los salarios millonarios (por ejemplo, a Carlos el Apache Tévez le ofrecen 40 millones de dólares anuales), los premios son importantes: Gervinho confesó que por cada gol le pagan 150 mil dólares.
5.- No solamente se contrata jugadores de gran cartel; también se importa entrenadores. Luiz Felipe scolari, Vanderlei Luxemburgo (quien luego acusaría de corrupción al fútbol chino), Mauricio Pellegrini, Félix Magath, André Villas Boas y Gustavo Poyet son solo algunos nombres que se rozan con el resto de DT chinos y surcoreanos.
6.- ¿De dónde sale el dinero? La potente economía china se traslada consecuentemente al fútbol. Las grandes empresas chinas han entrado con fuerza para convertirse en los principales patrocinadores de la Superliga: la inmobiliaria Evergrande Group o el gigante del comercio online Alibaba son solo algunos de los dos casos que apuestan por el fútbol para expandir sus negocios.
Los 61 millones de dólares que Shanghai SIPG pagó por el brasileño Óscar, desterrado en el inglés Chelsea, representaron el decimosexto fichaje más caro de la historia y el número uno de la Superliga China, que empieza a hacer bulla para convertirse dentro de muy poco en el paraíso terrenal de los futbolistas del mundo.
¿Pero cómo explicar la explosión económica que amenaza con llevar a figuras como Lionel Messi, Pepe, Cesc Fábregas o Carlos Tévez para levantar el nivel futbolístico del gigante socialista asiático?
1.- Los clubes chinos (juegan 16 en Primera División, cuyo último campeón es Guangzhou Evergrande) apuestan por llevar a su liga a las máximas figuras del mundo para que los futbolistas locales aprendan a la par de los mejores.
2.- Contrario a las principales ligas europeas o americanas, la Superliga China permite la contratación solamente de cinco jugadores extranjeros.
3.- Los clubes pueden contratar jugadores en cualquier puesto, menos el de arquero. Los 16 equipos tienen cubiertas las cinco plazas y respetan la nacionalidad china de sus guardametas.
4.- Aparte de los salarios millonarios (por ejemplo, a Carlos el Apache Tévez le ofrecen 40 millones de dólares anuales), los premios son importantes: Gervinho confesó que por cada gol le pagan 150 mil dólares.
5.- No solamente se contrata jugadores de gran cartel; también se importa entrenadores. Luiz Felipe scolari, Vanderlei Luxemburgo (quien luego acusaría de corrupción al fútbol chino), Mauricio Pellegrini, Félix Magath, André Villas Boas y Gustavo Poyet son solo algunos nombres que se rozan con el resto de DT chinos y surcoreanos.
6.- ¿De dónde sale el dinero? La potente economía china se traslada consecuentemente al fútbol. Las grandes empresas chinas han entrado con fuerza para convertirse en los principales patrocinadores de la Superliga: la inmobiliaria Evergrande Group o el gigante del comercio online Alibaba son solo algunos de los dos casos que apuestan por el fútbol para expandir sus negocios.