Superior en pensamiento, el Ciclón pudo materializar con dos goles su gran producción en el Estadio Nacional, del que Marathón nuevamente se ha ido por la puerta de la cocina para ratificar que la capital no le viene bien...
Un golazo de Irvin Reyna y el pago a la insistencia de Erick Andino Portillo firmaron la supremacía azul en un clásico que tuvo un aburrido primer tiempo y un complemento pasado por la velocidad de las punteras azules...
Que se repita
Treinta y cinco metros separaban a Irvin Reyna de su majestad el señor gol que le regaló a todo el Nacional...
Desplazado de la titularidad en el Apertura y a punto de salir para el Clausura, el exvolante de Olimpia y Necaxa se tomó un vaso de venganza, miró apenas salido a John Bodden y descargó pólvora de fusil para añadir a su historia otro de esos golazos que tanto le gustan.
Era, claro, el 1-0 sacado de otro partido. Porque Motagua tenía la pelota, pero no ofendía a un Marathón que apostaba por línea de cinco atrás y la misma delantera que naufragó ante Olimpia: Juan Josué el Rambo Rodríguez y Henry Romero.
Sin peligro, sin astillas, sin armas corto punzantes, sin alma casi, el Verdolaga se ataba a sus miedos de toda la vida: temor al viejo Nacional. El equipo de Manolo Keosseián repetía la línea de cinco que tanto le gusta al uruguayo, pero cuando en el equipo de Diego Vazquez se activan los focos de Félix Crisanto, Klifox Bernárdez y Erick Andino Portillo, es difícil que alguien lo detenga.
De esta forma llegó el 2-0 que ponía una pesada lápida en el cuerpo verdolaga, que solamente resistía gracias a la figura de John Bodden, el guardameta que se jugaba un partido aparte con su viejo amigo de Victoria Erick Andino Portillo. Hacia el minuto 61, una “melé” dejó al delantero de la Selección Nacional prácticamente solo frente al exguardián del Jaibo. Andino Portillo le pegó con el alma, pero Bodden la mandó al tiro de esquina con las uñas.
Era la segunda tapada del golero, que ya al 51 se recostaba en la raya para detener un cabezazo con veneno de Santiago Vergara; y faltaba el minuto 68, cuando el primer buen pase de Marco Tulio Vega encendió de nuevo la disputa de la tarde. Andino Portillo no la pudo parar bien y Bodden achicó a tiempo...
Tanto va al agua...
Pero Motagua, amo y señor de la posesión de la pelota a pesar de ir ganando en el electrónico, se cansó de perdonar a su enemigo...
Llegó el 70 y el pleito se liquidó. El enésimo desborde de Klifox Bernárdez pasó de largo por el corazón del área, hasta que Wilmer Crisanto (ya había sustituido a su primo Félix Crisanto) la devolvió con malas intenciones al nervio de las 5.50 para que Erick Andino Portillo esta vez sí aniquilara a Bodden...
Y como en la contra no había respuesta ni reacción (apenas se destaca las figuras de Mario Berríos y Juan Josué el Rambo Rodríguez), Motagua se fue durmiendo con la confianza de saberse el ganador de un clásico de muy grandes diferencias. El Ciclón vuelve al triunfo después de dos empates y ahora piensa en Real Sociedad.
ALINEACIONES:
MOTAGUA: Jonathan Rougier, Juan Pablo Montes, Henry Figueroa, Martín Pucheta, Félix Crisanto, Klifox Bernández, Héctor Castellanos, Irvin Reyna, Santiago Vergara, Erick Andino y Marco Tulio Vega.
DT Diego Vazquez
MARATHÓN: John Bodden, Brayan Barrios, Daniel Tejeda, Caue Fernándes, Samuel Córdova, Kevin Espinoza, Allan Banegas, John Paul Suazo, Mario Berríos, Juan Josué Rodríguez y Henry Romero
DT Manuel Keosseián
