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Tocoa, Honduras
La localía es el arma más efectiva de Real Sociedad y este domingo cayó el tercer grande en el Francisco Martínez de Tocoa. Los Rojos despacharon 2-1 al Marathón y se metieron a los puestos de liguilla.
La localía es el arma más efectiva de Real Sociedad y este domingo cayó el tercer grande en el Francisco Martínez de Tocoa. Los Rojos despacharon 2-1 al Marathón y se metieron a los puestos de liguilla.
Carlos Martínez hizo que el Rojo se reencontrara con su mejor fútbol y por ende llegaron los goles.
Real Sociedad abrió el marcador a los 10 minutos. Pablo Arzú cabeceó un centro de Osman Melgares y mandó la pelota al fondo de la red. El atacante tuvo toda la libertad para pegarle de testa y ningún defensor Esmeralda se lo impidió.
El Aceitero se sintió en confianza para atacar desde cualquier sector de la cancha y el Verde le abrió todas las puertas.
Júnior Martínez hizo un remate picado que Denovan Torres a penas pudo desviar. La pelota dio un rebote peligroso que por poco termina adentro de la meta.
El juego estaba controlado por el Rojo, Marathón no encontró por dónde hacerle daño a los tocoeños hasta que tuvo un par a balón parado. Los sampedranos amenazaron con un cabezazo de Caue Fernándes que se estrelló en el horizontal.
Después cayó el gol del empate. Tiro de esquina que puñeteó el guardameta Yul Arzú. El arquero tuvo la mala fortuna que le sirvió la redonda a Samuel Córdova, quien de media vuelta anotó un golazo estableciendo el 1-1. La artillería tocoeña disparó con todo a la cabaña verdolaga pero el portero Denovan Torres estuvo atento para alejar el peligro.
Real Sociedad siempre estuvo cerca de anotar el segundo pero no tuvo la calma.
Carlón Martínez hizo sus ajustes para quedar con tres hombres en punta. A siete del final cayó el segundo de los locales. Centro de Elkin Gonzáles y testazo de Júnior Martínez que se coló en la portería del visitante. Los sampedranos quedaron muy molestos tras el gol porque aseguran que en el gol del rival hubo falta sobre el arquero Torres y el árbitro Nelson Salgado no pitó nada.
