Tegucigalpa, Honduras
Este viernes el avión de Ronaldinho aterrizará en la capital hondureña. El Balón de Oro de 2005 visitará por primera vez territorio catracho, de donde espera llevarse bonitos recuerdos.
Es verdad que Ronaldinho ya no juega profesionalmente pero desde su último partido oficial con Fluminense, el “10” se la ha pasado recorriendo el mundo y jugando al fútbol con sus amigos.
Ya sea en la playa, fútbol sala o en una cancha engramillada con las medidas que manda la FIFA, Ronaldinho atrae a las multitudes. Gaúcho casi no tiene vacaciones, hace viajes todas las semanas a diferentes países y solo se detiene a descansar unas horas.
Dinho no pide extravagancias en sus visitas, tampoco es de los que sale por las noches a turistear. Sus visitas son discretas.
Además de los 200 mil dólares que recibe por su presentación, solicita dos vehículos: uno para él y otro para su seguridad; además, solo ofrece dos ruedas de prensa.
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Ligado al Barcelona
El Barça anunció este año el acuerdo para que Ronaldinho se convierta en representante y embajador del club azulgrana en diferentes actos y acontecimientos durante los próximos años.
Ronaldinho no solo ejerce de embajador si no que también forma parte del proyecto Legends, el equipo de exjugadores que disputa partidos por todo el mundo.
Hace unas semanas, Dinho disputó el partido de veteranos entre el Barcelona y Manchester United en el que hizo un caño de lujo.
Antes de estampar su firma con el barcelonismo, Ronaldinho estuvo en París en el Parque de los Príncipes viendo el PSG-Mónaco, donde el crack brasileño recibió un homenaje por su excelente rendimiento en el conjunto parisino. Bienvenido a Honduras, leyenda
