Tegucigalpa, Honduras
Artífice del último título del León, dueño de las ideas en el mediocampo albo y orquestador de esa sinfonía merengue que alcanzó su nota más alta la semana pasada en Panamá y que hoy buscará sus mejores acordes para adornar el paso a la final de la Liga de Concacaf.
Cortos calificativos que descubren a ese volante de Olimpia que viene creciendo como la espuma: Alex López, uno de los mediocampistas de moda del fútbol hondureño.
“Se dio la oportunidad de quedarme un año en el país y fue una de las mejores decisiones porque sé que estoy viviendo uno de mis mejores momentos”.
En medio de una sonrisa cómplice, Alex reconoce su gran presente y su gran confianza con la que llega esta noche al Olímpico para redondear la historia ante ese Plaza Amador al que aplastaron 7-1 en suelo canalero.
“Va a ser muy bonito para Olimpia porque va a entrar en la historia, ya que este torneo es nuevo y Olimpia va a pelar la final”.
Sin dejar de lado ningún detalle que engrandece al León, Alex se mete a una sabrosa charla, mientras su pequeña Kathleem (tres años) decide apartarse de las cámaras y refugiarse en los brazos de morfeo...
Hoya las 6:00 de la tarde a puertas cerradas. Estadio Olímpico SPS. Olimpia ganó 7-1 la ida |
Alex, un gusto que nos reciba en su casa. ¿Qué sensación para esa final que parece asegurada?
Esta Liga de Concacaf es el primer torneo que se hace y por eso es algo especial. Como cuando se hizo la Copa Presidente, que Olimpia fue el primero que la ganó, ahora puede ser igual. Olimpia siempre está allí y esperamos darle ese gusto a la afición.
¿Pero ese 7-1 fue circunstancial, mentiroso o una noche redonda de Olimpia?
Fue uno de esos partidos que se da uno en cien años porque si tú miras es el vivo ejemplo del Brasil-Alemania del mundial (7-1) o Chile-México de la Copa América (7-0). Ni la persona más loca del mundo iba a apostar que Alemania le iba a meter siete goles a Brasil o que nosotros le íbamos a meter siete a ese equipo estando en semifinal. Ahorita me acuerdo que pasó algo en ese partido.
Aja, ¿qué pasó?
Cuando expulsaron a Carlo Costly, el contención de ellos me dijo: ‘Ya murieron, a ustedes aquí les empatamos y les ganamos’. Le dije: ‘Primero tenés que pensar en los enanos que tenemos aquí’. Y a Ro-Ro también le dijeron y él les contestó: ‘Ya vas a ver esos chiquitines que tenemos’. Y así fue.
Hablando de Concacaf, ¿qué recuerda de ese pase agónico ante Alianza?
En el mediotiempo lo primero que se nos vino a la mente fue: ‘Es lo mismo que nos pasó contra el Honduras EP en semifinales’, porque esa vez metimos el gol rápido y nos empatan al 45. Me acuerdo que Ro-Ro decía en el camerino: ‘Hay que levantar cabeza, esto lo sacamos’.
Y se vino ese segundo tiempo de ensueño, ¿eh?
Sí, me acuerdo que le dije a Costly: ‘No me vengás a pedirla porque los centrales van a venir con vos; vení y te vas’. La primera pelota que agarro, se la tiro y Costly ya sabemos... gol (2-1). Y en la segunda del último minuto fue algo que Dios quiso, porque realmente te diré que yo estaba jugando con una sola pierna.
Pero me imagino que con el gol se olvidaron los calambres, ja, ja, ja...
Uy, cuando cae el gol, se me olvida que andaba calambre, salí corriendo, no sabía si irme a tirar con Costly o celebrar de otra forma. Solo me acuerdo que me daba golpes en el pecho a donde está el León y decía: “Gracias Dios”. La fe siempre la tuve y en ese momento no sabía que era el último minuto.
¿Es de sus mejores momentos?
Es uno de los triunfos que van a quedar para el recuerdo. Y para Olimpia va a quedar en la historia. Era una alegría, como que habíamos quedado campeones.
Alex López, ¿qué prefieren: Liga o Concacaf?
Los dos... nombre, no se nos puede ir este torneo de liga tampoco. Olimpia no puede dejar de quedar campeón ahorita, tiene que quedar campeón sí o sí. En todo, en la Concacaf y porque tiene que haber una blanca Navidad.
Hablando de Olimpia, ¿es más fácil jugar en el equipo del que se es hincha?
Sí. La vez pasaba platicando con el Ro-Ro de eso, que nosotros viniendo de las categorías menores traemos eso de que aquí se tiene que ser campeón, de que todos los partidos se tienen que jugar bien y que cuando se pone la camisa de Olimpia se tiene que sudar. Hablábamos eso porque decíamos que hay compañeros que todavía no se han acoplado.
¿Cómo qué jugadores?
Ustedes miran, la capacidad que tiene Marcelo Canales no se la tendría que demostrar a nadie, pero en Olimpia ha quedado a deber porque ya lo demostró en Vida. Veníamos hablando eso de que la camisa de Olimpia pesa. Hablamos con Ro-Ro de que al venir de las categorías menores se nos ha hecho más fácil. Conocemos todo lo que se juega con la camisa del León y que es de la afición más exigente del país.
Respecto a Ro-Ro, también se la pasó muy mal...
Gracias a Dios la tormenta pasó, viene la calma y ahora se mira como era antes: un líder. Yo le digo el capitán invisible porque el gafete lo tiene Costly, pero quien habla en el camerino es Roger. Ro-Ro es el que dice qué uniforme nos toca, a qué hora nos toca el entreno, él es quién nos avisa en todo. Él lleva casi el mismo camino de Wilmer Velásquez.
A propósito de compañeros, usted y Costly parecen dos viejos amigos...
Lo que pasa es que con Costly me he entendido porque yo antes siempre jugué con Choco y él tiene casi las mismas características, solo que Costly es un poco más luchador. También tengo la ventaja de que los rivales a veces se van con Chirinos y Costly queda solo o es al revés. Los buenos jugadores se entienden.
Hablando de su gran presente, le llegó el momento en la H, ¿cómo lo vive?
Antes de que me llamaran, tenía planeado sacarme una muela, mi mente no estaba en que si iba o no ser llamado a la H. Cuando el profe dijo que iba a jugar, para mí fue algo lindo. Le dije a Brayan Acosta antes de enfrentar a Trinidad: ‘No esperaba que me llamaran y en ningún momento pensé ser titular, por lo que voy con la confianza que no había tenido con él... voy al cien’.
¿Y qué tanto le dolió ese 1-1 ante Estados Unidos?
Uf (suspira, resopla y se lleva las manos al rostro). Ha sido uno de los empates más amargos. Ellos no tenían por dónde y al final hasta nos pudieron haber ganado; si le dan cinco minutos más a los gringos, nos ganan el partido.
Ahora a una final en Costa Rica, ¿ya saborea ese partido? Desde pequeño siempre me han gustado jugar los partidos que muchos desearían estar, pero que son pocos los que pueden jugarlos. Hemos platicado con Ever y hemos dicho que son partidos a muerte los que se vienen. Podría ser uno de los momentos más importantes para los que estén dentro de la cancha, ya que será algo muy bonito ir a ganar a Costa Rica.