Atrevidos, como ya lo han dejado plasmado en su corta vida en la Liga Nacional, los estudiosos salieron sin complejos en el Estadio Morazán y encontraron premio a la media hora de partido (31).
Tras una mano de Odis Borjas ante un remate de Hermes Castillo, Ariel Flores tranformó el penal por el 1-0 y silenció a la afición aurinegra. Pero el Búho encontró premio por la misma vía, apenas siete minutos más tarde.
Darixon Vuelto transformó en el 1-1 un penal que recibió del porero Mariano Pineda. Una vez resuelto el temblor, Darixon firmó el segundo, tras un gran pase de Mario Martínez y una penetración de Cristhian Altamirano.
Con el 2-1 (al 57), todo pareció a su cause y cualquier podía intuir inclusive una goleada, pero la Máquina fue una lágrima en defensa y la UPN le llegó con pasmosa facilidad.
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Fueron tres, pero pudieron ser más. Gozó de tantas facilidades que casi por inersia llegó el 2-2.
Júnior Padilla ganó por la banda derecha y justo a la cita llegó el ingresado Román Valencia para traducir su primera pelota tocada en gol y establecer el empate a dos, a los 72 minutos.
La sorpresa no quedó allí. No. Con la confianza en el cuerpo, Jairo Róchez sacó un bombazo de derecha desde fuera del área que agarró descolocado a Kevin Hernández y que antes de entrar coqueteó con el horizontal.
¡Uf! Un 3-2 que caló fuerte en el ánimo aurinegro, que no encajó un gol más por la ineficacia de los atacantes capitalinos y por el buen hacer de Kevin en un mano a mano con Róchez.
