Inspirado en un monstruoso Cristhian Cálix, quien cada vez que se conecta deja claro que se quiere ir rápido de la Liga, el Verde se impuso 2-1 a Juticalpa y cerró la primera vuelta con 15 puntos.
En la vereda de enfrente, Ramón Maradiaga sumó su segunda derrota al hilo y ayer demostró un fútbol que no tiene nada que ver con el ADN ofensivo que caracteriza al Primitivo, a quien se le vio llorar antes del juego recordando la muerte por la mañana de su madre, en EE UU.
Buenos goles, mal partido...
En medio de un partido trabado aparecieron los goles en ambas porterías.
Hacia el minuto 35, el Verde celebró gracias a un gol viciado. Primero, porque Juan Josué el Rambo Rodríguez apareció en posición adelantada por la banda derecha y luego porque Yustin Arboleda cometió falta para que la pelota le quedara firme a Bryan Johnson. El ex-Olimpia la metió de cachetazo.
Pero el Canechero respondió de inmediato y cinco minutos después una inteligente habilitación de Henry Martínez (lo último que haría en el campo) permitió a Carlos Ovidio Lanza encarar solo a Denovan Torres y cruzar al portero sampedrano.
Pero cuando todos se acomodaban después del largo descanso de mitad de tiempo, apareció en el campo la siempre desequilibrante figura de Yustin Arboleda, el delantero colombiano que volvió a mojar a los 50 segundos del complemento (error de Maylor Núñez y “palomita” del ariete) para regalarle al Monstruo tres puntos de oro. A Juticalpa se le viene Honduras y con el Primitivo quiere hacer olvidar esta cruel primera vuelta