Tegucigalpa, Honduras
Los productores hondureños de arroz denuncian una serie de inconvenientes en el proceso de comercialización de este comestible básico para los hondureños.
“El producto está siendo rechazado por los agroindustriales argumentando condiciones de calidad inaceptables, todo con la intención de no comprar porque les sale más rentable importar de Estados Unidos”, manifestó Fredy Torres, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Arroz.
Esto encarece el costo de producir, ya que van de un molino a otro pagando más dinero por los fletes, señala.
Otras de las quejas es la falta de pago, ya que el acuerdo de compraventa aún no se firma. A la fecha, los productores han entregado 445,000 quintales de arroz a los industriales por un monto de 187 millones de lempiras, valor que sigue pendiente de pago, afirmó Torres.
En ese sentido solicitó al presidente de la República, Juan Orlando Hernández, que “a nombre de miles de familias productoras de arroz… a tomar las acciones correspondientes con el fin de que se pueda firmar el convenio que garantice justicia económica y social”.
A esto se suma la desgravación arancelaria, lo que a criterio de Torres promueve la importación y desincentiva al productor nacional.
Problemática
Al respecto, Kamal Dieck, representante de los molineros, negó que se esté rechazando el arroz. “Se está recibiendo toda la cosecha nacional de acuerdo a los parámetros de calidad aceptados”, expresó.
No obstante, explicó que “si el arroz viene muy malo no se puede recibir porque daña o contamina el que está dentro de los silos”.
Por otro lado, dijo que el problema que se está presentando es por un “arroz triangulado que está entrando de El Salvador”, añadió. Es decir que comerciantes hondureños traen producto de forma ilegal.
Por su lado, Jacobo Paz, titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), explicó que el arroz es uno de los productos incluidos en el DR-CAFTA (Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos), por lo que este año sigue bajando el arancel de importación.
Es decir que cada año cuesta menos ingresar arroz de Estados Unidos. Dijo que para garantizar la compra del producto nacional acordaron mantener el mismo precio del año pasado, o sea 420 lempiras el quintal.
Otro de los atrasos fue que los industriales endurecían los requisitos de calidad para la compra, “pero fue negociado y ya estamos listos para hacer la firma”, anunció Paz.
En el caso del conflicto en la comercialización dijo que, según el reporte, ninguna empresa estuviese rechazando el grano.
Además, dijo que “el trato es entre ellos (productores e industriales). Nosotros no podemos mediar eso. Yo no puedo decirle a un industrial que compre”, por lo que llamó a los productores a mejorar la calidad del arroz.
