Tegucigalpa, Honduras
Las instituciones bancarias le ofrecen a las PYMES créditos verdes para que su infraestructura sea amigable con el medio ambiente, o bien, para invertir en nuevos proyectos en función de combatir el cambio climático.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que las emisiones globales de gases de efecto invernadero aumentarán cerca de 70% para 2050. Mientras tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) explica que la producción de energía es el principal contribuyente al cambio climático y representa el 60% de la emisión total de esta clase de gases.
A la par de estas organizaciones, Francia, el Reino Unido y China intentan crear conciencia del daño al que se está sometiendo a la atmósfera. En su búsqueda por aminorar gradualmente la contaminación ambiental, han manifestado su deseo de eliminar la venta de automóviles que operen con combustibles fósiles.
Los datos sobre esta problemática son reveladores: el cambio climático no es un mito, como lo cree el presidente del país más poderoso del planeta. Donald Trump ignoró las evidencias, predicciones y medidas de otros líderes internacionales y retiró a los Estados Unidos del Acuerdo de París, a pesar de ser el segundo mayor emisor de CO2.
Lo que seguramente desconoce Trump, es que el calentamiento global es otro efecto del cambio climático y ocasiona un aumento en la intensidad de las tormentas, trayendo como resultado la cotidianidad de los huracanes. De acuerdo a Greenpeace, estos fenómenos naturales serán alimentados cada vez con más energía debido al calor provocado por la quema descontrolada de carbón, petróleo y gas.
Estos acontecimientos no son indiferentes para Honduras. Por su ubicación geográfica los ciudadanos viven bajo una amenaza hidrometereológica latente. Todavía se recuerda el año de 1998, cuando el huracán Mitch azotó el territorio, afectando al 38% de la población y causando daños equivalentes al 72% del PIB.
Si bien en la Cumbre del Clima de París, las autoridades involucradas refrendaron su compromiso —para el año 2030— de reducir en un 15% las emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores industriales y de energía, principalmente, no todas las acciones necesarias corresponden sólo al gobierno o las empresas extranjeras que deseen invertir en energía limpia. De igual forma, la iniciativa debe ser tomada por las micro, pequeñas y medianas empresas (PYMES), que representan el 95% de las empresas nacionales. Éstas pueden encontrar mecanismos financieros que faciliten e incentiven la realización de inversiones favorables con el medio ambiente.
El objetivo de ser o transformarse en una PYME Verde es desarrollar proyectos y procesos donde se utilicen energías renovables para elevar su competitividad y disminuir los costos de operación y producción.
Iniciativas verdes
Algunos ejemplos de proyectos verdes en los cuales se podría invertir o pueden ser implementados por las PYMES, son: construcción de torres eólicas, implementación de cisternas que produzcan energía o paneles solares. En el entendido de que en Honduras se genera energía en un 56% a base de combustibles fósiles, la demanda interna para los próximos tres años aumentará en un 4.3%, según datos del Departamento de Planificación de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
Por ello, se crean créditos verdes en las instituciones bancarias que trabajan de la mano con la economía. Los créditos verdes brindan el apoyo y la asesoría necesaria especializados que garantizan la realización de estos proyectos. Un aspecto a destacar es que éstos no están dirigidos a grandes corporativos, sino a impulsar a las PYMES, que sacarán el máximo rendimiento a los diferentes beneficios ofrecidos, ya sea en la tasa del préstamo solicitado o en el plazo del mismo.
Aunado a que los proyectos verdes contribuyen a la economía local y son amigables con el medio ambiente, éstos resultan de interés para los jóvenes, quienes expresan su deseo de ser partícipes. Así se reflejó en la última Cumbre de París, donde —según una encuesta— e l 65% de ellos manifestó que busca hacer algo por el cambio climático. Y, ¿qué mejor que hacerlo desde el emprendimiento o modernizando los procesos?
El crédito verde es una iniciativa bancaria que promueven el consumo y el desarrollo sostenible de distintas industrias y sectores, siempre a favor del entorno natural y los empresarios que están creciendo. Sólo falta aprovecharlas.
Las instituciones bancarias le ofrecen a las PYMES créditos verdes para que su infraestructura sea amigable con el medio ambiente, o bien, para invertir en nuevos proyectos en función de combatir el cambio climático.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que las emisiones globales de gases de efecto invernadero aumentarán cerca de 70% para 2050. Mientras tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) explica que la producción de energía es el principal contribuyente al cambio climático y representa el 60% de la emisión total de esta clase de gases.
A la par de estas organizaciones, Francia, el Reino Unido y China intentan crear conciencia del daño al que se está sometiendo a la atmósfera. En su búsqueda por aminorar gradualmente la contaminación ambiental, han manifestado su deseo de eliminar la venta de automóviles que operen con combustibles fósiles.
Los datos sobre esta problemática son reveladores: el cambio climático no es un mito, como lo cree el presidente del país más poderoso del planeta. Donald Trump ignoró las evidencias, predicciones y medidas de otros líderes internacionales y retiró a los Estados Unidos del Acuerdo de París, a pesar de ser el segundo mayor emisor de CO2.
Lo que seguramente desconoce Trump, es que el calentamiento global es otro efecto del cambio climático y ocasiona un aumento en la intensidad de las tormentas, trayendo como resultado la cotidianidad de los huracanes. De acuerdo a Greenpeace, estos fenómenos naturales serán alimentados cada vez con más energía debido al calor provocado por la quema descontrolada de carbón, petróleo y gas.
Estos acontecimientos no son indiferentes para Honduras. Por su ubicación geográfica los ciudadanos viven bajo una amenaza hidrometereológica latente. Todavía se recuerda el año de 1998, cuando el huracán Mitch azotó el territorio, afectando al 38% de la población y causando daños equivalentes al 72% del PIB.
Si bien en la Cumbre del Clima de París, las autoridades involucradas refrendaron su compromiso —para el año 2030— de reducir en un 15% las emisiones de gases de efecto invernadero en los sectores industriales y de energía, principalmente, no todas las acciones necesarias corresponden sólo al gobierno o las empresas extranjeras que deseen invertir en energía limpia. De igual forma, la iniciativa debe ser tomada por las micro, pequeñas y medianas empresas (PYMES), que representan el 95% de las empresas nacionales. Éstas pueden encontrar mecanismos financieros que faciliten e incentiven la realización de inversiones favorables con el medio ambiente.
El objetivo de ser o transformarse en una PYME Verde es desarrollar proyectos y procesos donde se utilicen energías renovables para elevar su competitividad y disminuir los costos de operación y producción.
Iniciativas verdes
Algunos ejemplos de proyectos verdes en los cuales se podría invertir o pueden ser implementados por las PYMES, son: construcción de torres eólicas, implementación de cisternas que produzcan energía o paneles solares. En el entendido de que en Honduras se genera energía en un 56% a base de combustibles fósiles, la demanda interna para los próximos tres años aumentará en un 4.3%, según datos del Departamento de Planificación de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
Por ello, se crean créditos verdes en las instituciones bancarias que trabajan de la mano con la economía. Los créditos verdes brindan el apoyo y la asesoría necesaria especializados que garantizan la realización de estos proyectos. Un aspecto a destacar es que éstos no están dirigidos a grandes corporativos, sino a impulsar a las PYMES, que sacarán el máximo rendimiento a los diferentes beneficios ofrecidos, ya sea en la tasa del préstamo solicitado o en el plazo del mismo.
Aunado a que los proyectos verdes contribuyen a la economía local y son amigables con el medio ambiente, éstos resultan de interés para los jóvenes, quienes expresan su deseo de ser partícipes. Así se reflejó en la última Cumbre de París, donde —según una encuesta— e l 65% de ellos manifestó que busca hacer algo por el cambio climático. Y, ¿qué mejor que hacerlo desde el emprendimiento o modernizando los procesos?
El crédito verde es una iniciativa bancaria que promueven el consumo y el desarrollo sostenible de distintas industrias y sectores, siempre a favor del entorno natural y los empresarios que están creciendo. Sólo falta aprovecharlas.
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