Tegucigalpa, Honduras
El plan que el gobierno de Honduras impulsa desde hace cuatro años para rescatar las finanzas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica resultó un fracaso.
Sus principales cuentas observan un acelerado deterioro y muestra de eso es el déficit operativo que a marzo de 2018 alcanzó 1,398 millones de lempiras, superior que los 877.2 millones de igual período de 2017.
A lo anterior se suma la creciente deuda con los generadores privados de energía, la que asciende a 8,164 millones de lempiras.
Esos dos indicadores eran parte de los compromisos suscritos en diciembre de 2014 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que tenían como objetivo cerrar 2018 con cifras positivas.
La crisis financiera que atraviesa la Empresa Nacional de Energía Eléctrica ha encendido las alarmas en diversos sectores ligados con la ENEE, quienes piden al gobierno crear una instancia para abordar esos temas.
¿Cuál sería una instancia para buscar soluciones a la crisis de esa empresa?, consultó EL HERALDO a varios expertos en materia energética. La propuesta de los entrevistados es constituir una Mesa de Energía con la participación del sector público y privado, más la asistencia de expertos internacionales.
Para los consultados, el rescate de la ENEE no está en manos de su gerente Jesús Mejía, se requiere del acompañamiento de las autoridades de la CREE, de la Secretaría de Finanzas, MiAmbiente y del Ministerio de Energía.
En la ejecución de la Consulta del Artículo IV 2018, la misión técnica del Fondo Monetario que estuvo en el país abordó el tema de la crisis financiera de la ENEE.
La semana anterior en el marco de la reunión del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), la que se realizó en Tela, Atlántida, se abordó la situación de la estatal eléctrica.
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Cinco años
La crisis financiera de la ENEE ha estado en la agenda pública en los últimos 10 años. Organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) han realizado sendos estudios tendentes a introducir cambios en el mercado eléctrico del país.
Además el gobierno impulsó el plan de rescate, pero las acciones más visibles fueron el recorte de personal.
No obstante, los expertos consultados coinciden en que es urgente una nueva estrategia con una vigencia máxima de cinco años.
Agregan que, en ese sentido, la Mesa Sectorial de Energía resulta una de las mejores propuestas para que los actores definan las acciones a tomar.
Uno de los entrevistados reveló que Jesús Mejía siempre repite a los proveedores de energía que “todos tenemos que poner algo en la mesa”, refiriéndose al sacrificio de cada de una de las partes. Añadió que el plan no solo debe comprender revisar los precios de la energía que suministran a la estatal eléctrica.
Según los expertos, sacar de la crisis económica a la ENEE requiere de una planificación integral, con acciones de corto y mediano plazo que pueden ser monitoreadas para conocer el impacto.
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Medidas
Los entrevistados sostienen que es el momento que el sector público y privado se comprometa con el rescate financiero de la ENEE.
Entre las acciones que han sido analizadas y que deben ser parte de la Mesa de Energía destacan la revisión de los contratos de energía y de medición eléctrica.
En el caso de la Empresa Energía Honduras (EEH) ha venido negociando con el gobierno la revisión del cargo fijo, el que se acordó en 14 millones de dólares mensuales, pero que la ENEE solo ha venido pagando 10.5 millones de dólares. En 2017 la EEH pagó la suma de 3,494.1 millones de lempiras.
Respecto a los contratos de energía, el gerente de la estatal eléctrica ha manifestado que el incentivo de tres centavos de dólar por kilovatio hora es impagable. Algunos generadores han propuesto renegociar esos valores a cambio de la extensión de los contratos.
La compra de energía fue de 17,506.6 millones de lempiras durante 2017.
Otra de las propuestas es decretar una veda en la cartera de proyectos de energía. Entre 2010-2014 se firmaron 185 contratos, con una capacidad instalada de 4,022.8 megavatios, de los que la mayoría no se han construido y que puede generar un problema financiero a la estatal eléctrica.
