La crítica situación financiera que atraviesa Hondutel tiene explicación: la sustracción de sus recursos vía transferencias a la que fue sometida por los últimos gobiernos para cubrir el excesivo gasto corriente.
Un informe de la Secretaría de Finanzas, al que tuvo acceso EL HERALDO, revela que durante el periodo 2000-2012, la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones transfirió al gobierno 17,255.3 millones de lempiras. De esa cantidad de recursos, las transferencias en efectivo ascendieron a 10,126 millones de lempiras, a las que sumaron 4,476 millones adicionales, mientras que el resto del dinero fueron recursos pagados en cánones y tasas de supervisión, así como en impuestos.
No obstante, en ese mismo periodo, la cantidad invertida fue de apenas 4,649.9 millones de lempiras, lo que justifica el rezago tecnológico en la que se encuentra Hondutel y la falta de competitividad en rubros claves como telefonía fija y celular, Internet y transmisión de datos.
La Empresa Hondureña de Telecomunicaciones ha vuelto al tapete del debate público después que Romeo Vásquez Velásquez renunciara de la gerencia general para lanzar su candidatura a la presidencia de la República, el pasado 20 de enero, lo que fue aprovechado por el Poder Ejecutivo para anunciar el nombramiento de una comisión interventora para que asuma la administración por un lapso de 120 días, prorrogable.
Entre los objetivos de la interventora está la elaboración de un plan de rescate financiero, el que deberá ser presentado al Congreso Nacional previo a la aprobación del presupuesto de ingresos y egresos 2013. La medida adoptada por el gobierno ha generado una fuerte controversia en diversos sectores, ya que se avizoran que los resultados no serán los esperados.
Rezagada
Hondutel, en los 29 años que mantuvo el monopolio sobre las telecomunicaciones de el país, o sea, desde 1976 a 2005, a los que se agregan los últimos siete años, tuvo la histórica oportunidad de consolidarse como la empresa de referencia en este sector, tal como lo hizo Costa Rica a través del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Sin embargo, la política de Estado de los administradores militares y civiles que tuvo esa empresa de servicios públicos fue de convertirla en la “caja chica” de los gobiernos de turno, lo que provocó la descapitalización.
EL HERALDO consultó a varios expertos en materia de telecomunicaciones, tanto nacionales como extranjeros, para conocer el impacto que ha provocado el drenaje de recursos a que fue sometida Hondutel en los últimos años.
Cálculos en base al monto de las transferencias contabilizadas durante el periodo 2000-2012 indican que la estatal de telecomunicaciones dejó de instalar alrededor de 700,000 líneas de telefonía fija, con las que hubiese cubierto la demanda insatisfecha de la última década, lo que habría representado una inversión entre 1,100 y 1,200 millones de lempiras.
Asimismo, hubiese destinado 1,000 millones de lempiras para incrementar a 150,000 la cartera de clientes de Internet de banda ancha ADSL, con un potencial mercado para usar toda su red de cobre y poder contar con más de 500,000 usuarios de ese servicio.
En cuanto a la telefonía móvil, la que se presta en el mercado hondureño desde 1996, si Hondutel hubiese programado una inversión de 4,000 millones de lempiras en un periodo de cinco años, la cartera de clientes que administraría superaría tres millones y no los 100,000 que reporta en la actualidad.
La inversión requerida de 3,000 millones de lempiras en equipos y redes se hubiese ejecutado en un periodo de 10 años y hoy la estatal sería la empresa de Honduras en este sector de la telecomunicaciones con mejor servicio y con una amplia gama de productos de valor agregado.