Tegucigalpa, Honduras
Los jóvenes hondureños están listos para marcar el rumbo de la historia en Honduras. El próximo 26 de noviembre la fuerza joven del país elegirá a las personas que consideran aptas para dirigir el país por los siguientes cuatro años y su mirada está puesta en quienes ofrezcan mayores oportunidades de estudio, empleo y seguridad.
Cifras oficiales del Registro Nacional de las Personas (RNP) revelan que en Honduras hay una población joven apta para votar de 879,719 personas, todas nacidas entre los años 1996 y 1999. De esa cifra, más de 600,000 se presentarán a las urnas por primera vez este año y ya tienen su tarjeta de identidad en mano.
Los departamentos que aportarán mayor cantidad de nuevos votantes son Francisco Morazán con 106,810 nuevos electores y Cortés, donde 104,838 jóvenes se estrenarán en las urnas.
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Otro departamento que aportará una gran cantidad de nuevos votos es Olancho con 45,502 personas que se suman al padrón electoral.
Mientras que Santa Bárbara registra 43,691 jóvenes aptos para votar por primera vez este año.
En cuanto al proceso de identificación, se sabe que al menos 150,000 personas jóvenes aún no habían ido a reclamar su tarjeta de identidad, hasta la semana pasada.
Gerardo Martínez, subdirector del RNP, afirmó que se espera que estos días esos trámites queden saldados.
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Inclinan la balanza
La población hondureña está compuesta en su mayoría por personas menores de 30 años, de acuerdo con estudios hechos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Es decir que los jóvenes pueden definir el curso de las elecciones.
Julio Escoto, analista hondureño, considera que “podrían perfectamente inclinar la balanza en la dirección que quisieran. Es más, deberían hacerlo, ya que en el futuro inmediato los gobiernos van a descansar de sus obligaciones imponiendo nuevas cargas a la población y, por ende, a los jóvenes”.
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Decisión
Las redes sociales han sido un canal directo entre los políticos, sus propuestas y los jóvenes hondureños. No obstante, este año hay un fenómeno que parece invadir a la comunidad joven del país: la indecisión.
Frases como “Todavía no sé” o “Aún no me decido” son con las que se encontró EL HERALDO en su recorrido por varios lugares, entre ellos las universidades capitalinas, a diez días de las elecciones generales.
A criterio de Carlos Hernández, director de la Asociación para Una Sociedad Más Justa (ASJ), los candidatos a cargos de elección popular deben incentivar el voto joven.
“Lamentablemente, la campaña de insultos, de falta de claridad en las propuestas, lejos de animar a los electores jóvenes más bien los ahuyenta de la actividad política, estudios también nos dicen que es en esta población donde existe el más bajo nivel de confianza en los partidos políticos”, dijo Hernández.
Queda claro, entonces, que el famoso y tradicional “voto duro” es cosa del pasado si se habla con la nueva generación.
Darío Cruz, analista educativo y vicerrector de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), dice que es, precisamente, el voto de los indecisos el más decisivo en un proceso electoral, dada la falta de interés que tienen los muchachos por los temas políticos.
“El voto duro tiende a decrecer, mientras que el indeciso y de oposición tienden a aumentar significativamente. Los jóvenes, en su mayoría, pertenecen a este grupo de indecisos por su naturaleza y por la impetuosidad de la edad, debido a la crisis de legitimidad y credibilidad del sistema de partidos”, explicó Cruz.
