Tegucigalpa, Honduras
La abstención electoral, aun y cuando faltaba por escrutar anoche más de mil actas, está situada en un 48.63 por ciento a juzgar por los resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Esto indica que casi la mitad de la población incorporada en el Censo Nacional Electoral dejó de ejercer el sufragio en las polémicas elecciones generales del domingo 26 de los corrientes.
El ente electoral fijó en 6,046,873 el número de hondureños aptos para ejercer el sufragio, de los cuales casi el 52 por ciento son mujeres.
Y en cuanto a los jóvenes, el Registro Nacional de las Perdonas (RNP) informó que del total de votantes autorizados 691,761 son de primera vez.
Las elecciones generales de 2013, que fueron ganadas por el Partido Nacional, registraron una abstención de 38.84 por ciento. Para esos comicios el TSE convocó a las urnas a 5,355,112 hondureños, es decir 691,761 ciudadanos menos que el actual proceso.
La abstención electoral en los comicios del domingo 26 es diez por ciento mayor que la de 2013, pero seguramente va a disminuir con el conteo de los votos correspondientes a las 1,024 actas, que según la página web del TSE hacían falta, y que ayer por la tarde comenzó a procesar.
Del padrón actual hay 51 mil personas que estaban aptas para votar en Estados Unidos, pero este sufragio -como siempre ha ocurrido desde que se implementó en 2001- nunca ha sido determinante para incidir en el nivel de abstención por el bajo nivel de personas que acuden a las juntas electorales.
En números, sin tomar en cuenta el resultado de las 1,024 actas pendientes del escrutinio especial, había una participación de 3,106,080 personas en las urnas.
Sin incluir los votos resultantes del escrutinio especial, el Partido Nacional llevó a las urnas 1,333,264 votantes, la Alianza de Oposición 1,286,572 y el Partido Liberal 458,289.
Los otros seis partidos, entre todos, acumulaban una participación de 27,955, de los que el partido Alianza Patriótica, de Romeo Vásquez, saca un máximo de 6,437 sufragios y el mínimo de 2,800 lo obtiene el partido Vamos, de Augusto Cruz Asensio.
El censo pasivo
Para el exmagistraado del TSE, Jacobo Hernández Cruz, el abstencionismo fuera menor si se sacara del censo a ese millón de hondureños que viven -extraoficialmente- en Estados Unidos y que nunca votan.
Este exfuncionario sugiere crear un “censo pasivo” que resultaría de colocar en una lista aparte a todo aquel ciudadano que no vote por más de dos veces y poner en un “censo activo” a los que participan con frecuencia.
Si alguien del censo pasivo en determinado momento le da por votar inmediatamente, pasa al censo activo.
Siendo así, si excluimos del censo actual a ese millón de hondureños que vive en el exterior, el nivel de abstención del torneo cívico reciente ya no sería de 48 por ciento sino de un 38 por ciento.
En su análisis “Elecciones” el sociólogo Julio Navarro dice que la participación electoral en Honduras pasó de “1,003,470 electores en 1980 a 2,300,056 electores en 2009”.
Este aumento se debe al crecimiento vegetativo de la población. Respecto al crecimiento de la abstención en estas tres décadas, este analista lo atribuye a dos factores: al desencanto de los electores “con los partidos políticos y candidatos” o posiblemente a “la migración internacional masiva que ha venido experimentando el país durante las últimas décadas”.
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