Elecciones en Honduras

Planillas de elección, trasfondo de la crisis interna en el Partido Anticorrupción

Las corrientes están presionado por tener delegados en la Asamblea Nacional, que aprobará los candidatos para las generales

04.04.2017

Tegucigalpa, Honduras
El interés de los movimientos por garantizar posiciones de cargos de elección popular que pasan por la aprobación de la Asamblea Nacional es parte del trasfondo de la crisis que envuelve al Partido Anticorrupción (Pac), liderado por Salvador Nasralla.

Las corrientes que se mantienen confrontadas saben que si no tienen los suficientes delegados en la Asamblea Nacional difícilmente lograrán alcanzar candidaturas a diputados o alcaldes, dijo una fuente cercana a este partido de oposición.

La Asamblea Nacional la forman 36 delegados -18 propietarios y 18 suplentes- y se instalará días posteriores a las elecciones internas, que ha centrado la polémica del partido porque será en este proceso donde se escogerán a los representantes de corrientes en el encuentro nacional.

La fuente consultada reveló que Nasralla tiene claro que no volverá a cometer el error de poner a candidatos a diputados que posteriormente lo van a traicionar, como sucedió con la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, donde cinco diputados del Pac desobedecieron la línea del partido.

La Asamblea Nacional tomará, entre otras, las siguientes determinaciones: elegirá a las autoridades centrales del Partido (Consejo Nacional), al Tribunal de Honor, al candidato presidencial, candidatos a alcaldes y diputados. Además, autorizará al partido a suscribir una alianza con los partidos Libre y Pinu.

Respecto al caso del diputado Walter Banegas, este no es considerado un traidor del partido, pero perdió la confianza de Nasralla desde el momento en que exige la inscripción de amigos suyos como candidatos a diputados y alcaldes, reveló el informante.

Por eso Banegas mantiene su discurso centrado en la necesidad de “garantizar la participación y la estabilidad política del partido”.

La diputada Marlene Alvarenga pretende controlar los sellos del partido y ser la candidata presidencial, posición que lograría si tiene la mayoría de delegados en la asamblea nacional, de ahí su interés porque se inscriban nueve corrientes afines a su movimiento.

Fátima Mena y Rafael Padilla, que en su momento estuvieron distanciados con Nasralla, llegaron a la conclusión de que este político será el gran elector que arrastrará el voto en plancha y terminaron reincorporándose al Consejo Nacional, previa negociación de cargos de elección.