No debería catalogarse como un misterio que la entrevista a uno de los escritores que provocó en miles de hondureños la urgente necesidad de 'embrujarse' en una cobija, después de escuchar sus cuentos y leyendas en un viejo aparato radial, haya estado marcada por ciertos eventos extraños.
Sin embargo lo que sucedió al concluir la ronda de preguntas y respuestas con Jorge Montenegro es merecedor de etiquetarse como una anécdota poco común.
Eran casi las 5:00 de la tarde y el reconocido periodista, escritor y voz inconfundible de Radio Nacional de Honduras entró por la puerta del diario EL HERALDO apoyándose en un bastón.
'¿Todavía estamos a tiempo de hacer la entrevista?', fue lo primero que preguntó Montenegro antes de disculparse por la tardanza que le había ocasionado una parada obligatoria en el hospital. 'No hay problema, todavía estamos a tiempo', respondí.
No fue necesario que se presentara con nadie. En la sala de redacción estaban aglomeradas varias generaciones y lo más halagador para 'Yorch Monteblack' -como le dicen sus más cercanos- fue que cada persona se olvidó unos segundos del trabajo para darle una merecida y cálida bienvenida.
A continuación periodista, fotógrafo y escritor entramos a una sala de conferencias para iniciar con la entrevista que finalizó en aplausos y comentarios jocosos. Justamente en esos 45 minutos surgieron las confesiones.
Jorge Montenegro nos narró una parte de su leyenda más famosa
Salud deteriorada
El periodista y escritor explicó a EL HERALDO todo el complicado proceso de salud que ha venido atravesando desde el pasado 15 de octubre de 2016. Esa fue la primera vez que ingresó de emergencia al hospital y fue precisamente en esa ocasión que empezó a desenrollarse la madeja de su inesperada enfermedad.
'Yo me sentía bien, pero de repente comencé a sentir un malestar en las piernas. Me llevaron al hospital y me detectaron una trombosis en las venas', narra.
Montenegro pensaba que al dejar las incómodas camillas volvería a la rutina normal, pero no fue así. Los médicos le indicaron más y más exámenes que terminaron por descubrir el dañiño e invasivo cáncer. 'Ese día me dijeron que tenía cáncer y un riñón ya no me funcionaba. Me operaron y me lo quitaron', explicó con tranquilidad.
La conversación fluyó y también empezó a contar visiblemente tranquilo cómo sería su tratamiento. 'Me voy a someter a quimioterapias.... Es difícil para mí....'. Justo en ese momento de la entrevista Montenegro no pudo más y se quebró.
Con lágrimas que decidió no limpiarse de sus mejillas, una de las personas más queridas en el país dijo que lo que más le dolió al saber que padece cáncer es el futuro de su hijo menor, Sammy de Jesús.
'Me preocupa mi hijo, él está pequeño. Le falta toda una vida de estudios y yo soy un artista de los pobres. No dejo nada. Pero eso sí, me siento satisfecho de no haberle sobado la leva a nadie', afirmó, para explicar que nunca recurrió a padrinos políticos o se deshizo en elogios a los poderosos para salir adelante. En palabras de don Jorge, nunca fue 'arrastrado' o 'boa'.
Montenegro también aprovechó para mandarle un mensaje a ciertos 'diputados con mala voluntad' que le aún le deben un premio: 'Los elogios y homenajes se hacen cuando uno está vivo. Muerto para qué', dijo de forma tajante.
Trayectoria
Montenegro, el creador de los tradicionales Cuentos y Leyendas de Honduras, nació en Tegucigalpa un 15 de febrero de 1940.
Se crió en Comayagüela y realizó sus estudios primarios en la Escuela Álvaro Contreras del Barrio Abajo. Su madre Josefa Montenegro, mejor conocida como doña Chepita, le infundió su pasión por las tradiciones orales y costumbres populares del pueblo hondureño que más adelante se encargaría de transmitir a las demás generaciones.
Su trayecto en emisoras radiales es extenso: Emisoras Unidas, Radio América y Radio Nacional de Honduras fueron la caja de resonancia de sus relatos folclóricos.
Es merecedor resaltar que su amplia trayectoria le ha concedido diversos premios, entre ellos el Micrófono de oro y otros reconocimientos que le han otorgado varios medios de comunicación.
Cada 9 de septiembre, Jorge celebra un aniversario más del programa que ha entretenido a varias generaciones, desde 1964.
Él reconoce que cada vez que se aproxima esa fecha, reflexiona y concuerda que el mejor premio que ha recibido a través de estos casi 53 años es el reconocimiento y cariño de sus oyentes. 'Ellos son los que me han dado todo el material para realizar Cuentos y Leyendas de Honduras', dice agradecido.
Volvemos al inicio...
Y para los que se preguntaban qué sucedió al concluir la entrevista con el gran Jorge Montenegro, lea y asómbrese. Una vez que finalizó la ronda de preguntas y respuestas -acompañadas de su acostumbrada jocosidad- nos preparábamos para salir de la sala de conferencias y volver a la faena.
Por ahí dicen que las puertas se hicieron para abrirse, pero la que estaba -porque ya no sirve- en la sala de conferencias no le hizo honor a esta frase. Como por arte de magia la puerta se quedó enllavada, por lo que escritor, periodista y camarógrafo estuvimos encerrados por más de 40 minutos. No importó cuántas personas intentaron abrirla, la puerta 'embrujada' -como la bautizaron en el diario- tuvo que ser derribada.
Mientras estábamos encerrados Montenegro dijo algo digno de compartir: 'No importa... todavía tenemos tiempo'.
