Desde el momento en el que ingresas a este pequeño paraíso, te reciben los leones con sus imponentes melenas dentro de unas enormes jaulas, pero para disfrutar del zoológico en su totalidad, montar a caballo, tomarte fotos con el jaguar, practicar esnórquel en el arrecife de coral -uno de los dos más populares en el mundo-, atreverte a hacer flying boards -tablas de vuelo- y hasta disfrutar de unos merecidos masajes, tendrás que cruzar en bote al otro lado de LFK, que te tomará menos de dos minutos. 20/07/2018 - 06:07