Cinthya Maldonado (1986), una hondureña residente en Barcelona desde hace doce años, se estrena como escritora con el lanzamiento de su libro “Mujeres migradas”, un trabajo literario donde hace suyos -y en más de un caso, son suyos- los relatos que comparten las migrantes latinas que llegan a España buscando la superación a costa de dejar atrás un trozo de hogar y luego chocar con las barreras de la discriminación.
La presentación del libro, editado por Letrame Editorial, fue a finales de julio en el Centro Cívico Drassanes del distrito Ciutat Vella de Barcelona. EL HERALDO conversó con la catracha de 32 años para conocer detalles de su obra.
Usted también es una de esas mujeres migradas, ¿por qué se vino a España?
Yo nací en La Ceiba, pero fui criada en la aldea Lanza, Sonaguera (norte de Honduras). Llegué a Barcelona hace doce años y fue básicamente por la falta de oportunidades en Honduras. Trabajaba de cajera, pero lo que ganaba no me alcanzaba.
¿De qué ha trabajado en España?
De camarera, limpiando por jornadas y ahora en un centro de gerocultura (cuidado de ancianos).
¿Por qué decidió contar las vidas de las migrantes?
La mayoría de la migración a España es de mujeres. Después de conversar en grupos de mujeres migradas, me di cuenta que todas teníamos la misma historia, muy parecido lo que nos ha tocado vivir.
¿Cuenta sus vivencias o las de otras mujeres?
Algunos capítulos son mis propias experiencias y otros están inspirados en la historia de otras mujeres, pero todo está escrito en primera persona y lo hago novelado. Pero me han dicho que logro llegar al sentimiento de la gente que lo lee porque, aunque no son estrictamente mis historias, sé cómo se han sentido. Incluso bolivianas y ecuatorianas me dicen que se sienten identificadas con los relatos.
¿Ha sufrido discriminación en España, lo plasma en el libro?
Sí. En España hay discriminación, aunque no es tan visible como en Estados Unidos. Es muy disimulada. Algo muy frecuente que me pasó, y que lo escribo más a detalle en el libro, es que ciertos padres de familia no te dirigen la palabra. Algunos españoles nos dicen que les quitamos el trabajo o que venimos solo a recibir las ayudas del gobierno. Hasta agresiones he sufrido.
¿Qué espera de la mujer migrante?
Que demostremos que podemos hacer más cosas que solo limpiar aquí en España. Me gusta que veo algunas hondureñas que ponen sus restaurantes, locutorios, negocios de encargos o están en la radio.