Hondureños en el Mundo

El desierto de Arizona le arrebató los sueños a Luis Noé

Un compañero de viaje le informó a su familia que había caído enfermo en plena travesía.

12.12.2013

Luis Noé Corrales Jiménez soñaba a sus 32 años con un mejor futuro, para él y su familia.

Con esa esperanza, se embarcó en un viaje del cual no regresaría.

Las fuerzas abandonaron poco a poco su cuerpo. Sus piernas desfallecieron ante el monstruo de arena y el inclemente sol. El brutal calor del desierto de Arizona apagó su vida.

A más de tres mil kilómetros, sus padres y hermanos esperaban noticias suyas, cuando un compañero de viaje les notificó, vía telefónica, que había caído enfermo en plena travesía y que no supo más de él.

'Él se fue el año pasado en octubre, quedó enfermo en el desierto entre el 6 y 7 de noviembre', relató a ElHeraldo.hn Marina Corrales, hermana de Luis Noé.

El cuerpo de Luis Noé fue encontrado en el Rancho San Juan de Tucson, Arizona. Aunque según sus familiares portaba una identificación, su cuerpo fue trasladado a la morgue de Pima.

Ahí permaneció durante varios días y posteriormente fue sepultado, como uno de los tantos migrantes que han perdido la vida en el mortal desierto.

Alarmada por la situación, la familia Corrales Jiménez acudió a la Cancillería de Honduras en noviembre de 2012 para solicitar ayuda.

Entonces, la sección de Asuntos Consulares inició las diligencias para ubicar a Luis Noé; pero fue hasta enero de este año que obtuvieron las primeras noticias.

'En enero nos volvieron a llamar para pedirle un examen de ADN a mi papá y mi mamá', indicó Marina. Sin embargo, todavía guardaban la esperanza de encontrar a su hermano con vida.

La muestra fue extraída en mayo y enviada a Estados Unidos. Los resultados fueron remitidos al gobierno hondureño en octubre y posteriormente, a la familia le fueron solicitados más documentos.

Pero fue hace menos de un mes cuando recibieron la terrible noticia.

'El 26 de noviembre nos citaron en la Secretaría de Derechos Humanos y Justicia, nos notificaron que el ADN encontrado coincidía con el cuerpo de mi hermano', explicó Marina.

La repatriación

Una vez que les fue confirmada la muerte de Luis Noé, sus familiares presentaron una solicitud de repatriación a la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras.

Marina comentó que 'estamos con el papeleo, para ver si lo podemos traer este año, pero no nos han dicho nada'.

'Es un año, ya lo queremos tener aquí', apuntó.

La Cancillería hondureña cuenta con un fondo para repatriaciones, el cual es asignado de acuerdo a un estudio socioeconómico realizado a la familia solicitante.

El trámite para retornar el cuerpo de un hondureño desde México o Estados Unidos, tarda al menos 20 días.