Tegucigalpa, Honduras
Si el periodismo crítico tuviera retrato quizá la imagen en donde mejor se vería reflejado sería en el rostro de ese hombre sin pelos en la lengua: Octavio Carvajal.
Intenso, agresivo y sin miedo a poner el dedo en la llaga. Así ha sido, es y será su estilo.
“Es riesgoso lo que hago. No me quiero ufanar, pero pienso que soy el único que escribe con nombre y apellido sobre temas delicados de narcotráfico, corrupción y lavado de activos en Honduras”.
Y claro, ese estilo ha llegado a poner en peligro su vida, ¿o no, Octavio? “Uf, varias veces; si por eso me fui del país en 2006”. Reveló que su vida estuvo amenazada por Marcelo Chimirri (exgerente de Hondutel) y “Pepe” Lobo (expresidente de la República).
Ahí, en el piso 19 del segundo edificio de Torres Metrópolis, en donde transmite “Más que noticias”, atiende a Tic tac.
Un gusto, Octavio. Supongo que es capitalino…
Soy de Santa Rosa de Copán. Vengo de una familia de obreros y trabajé duro desde los ocho años. Rajaba leña con un hacha y, además, aprendí el oficio de la sastrería y puedo hacer pantalones y chalecos. Mi papá era sastre y trabajé 10 años continuos con él. Me gradué de perito mercantil y contador público y me vine a Tegucigalpa.
¿Se vino a aventurar?
Me vine de jalón con un paisano en un carro de paila, me vine con una maletita y nos cayó un gran aguacero. Primero estuve donde familiares y después viví en un cuarto en Casamata. Además fui taxista.
¿Era taxista y universitario?
Fui taxista como por unos ocho meses al inicio de la U, yo me iba a la universidad en el taxi y me llevaba una carrera y cuando salía de clases me venía en el taxi a trabajar. El taxi era de un amigo. Se dejaba el tanque lleno y se llenaba con unos 100 o 200 lempiras de combustible.
Y me imagino que los inicios en el periodismo tampoco fueron fáciles...
Me acuerdo de las grandes camelladas que pegábamos con Carlos Mauricio Flores (director de EL HERALDO) cuando estábamos en Diario Tiempo, así como de las hambreadas. En El Pedregalito, en donde me dio albergue la madre de Carlos Mauricio, nos bañábamos con paila y agua helada al pie de una pila. Así soy. Por ejemplo, si usted me paga 300.00 por lavarle su carro, yo se lo lavo, ¿cuál es el problema? Ahorita se lo lavo si quiere, pero me paga los 300.00 lempiras. No se me haga el loco...
¿Por qué abrazó esta carrera?
Es que me apasiona el periodismo. Y mire, cada quien tiene su sello y yo no ando imitando a nadie; yo soy Octavio Carvajal, un simple mortal. Nunca me he creído más que nadie porque sé dónde está el cementerio.
¿Y se ha sentido cerca del cementerio?
Sobre todo en el gobierno de Porfirio Lobo (2010-2014) sentí temor, pasé momentos difíciles. Pero soy frío; no crea que me incomoda eso. Ando tranquilo: tomo un taxi, me cruzo una calle y camino hasta 10 cuadras.
En 2006 se fue dos meses del país, ¿por qué?
En el gobierno de Manuel Zelaya 'Mel' (2006-2009), Marcelo Chimirri me amenazó con matarme; yo iba saliendo de mi casa cuando llegó y me dijo que si seguía hablando me iba a matar, que aquí o en la China ajustaría cuentas conmigo. Con el tiempo nos disculpamos, pero en el gobierno de 'Pepe' me pasaron cualquier cantidad de cosas. El gobierno de 'Pepe' dejó más de 30 periodistas muertos y él tiene que responder por eso.
¿Es cierto que “Pepe” lo sacó de Radio Cadena Voces?
La esposa de 'Pepe” (Rosa Elena Bonilla), que está presa, y él son los que obligaron al Grupo Invosa para que me sacaran de la radio. Quedé en la calle, quedé a la deriva y nadie me agradeció nada. Todo mundo se hizo el loco. La gente solo quiere que usted ponga el pecho por los demás, pero cuando a los demás les toca ser solidarios con usted nadie lo es. Esta es una sociedad hipócrita y llena de prejuicios. La gente no agradece y a veces me siento frustrado.
¿Fue por una crítica a “Pepe” Lobo?
Tuvo que ver una crítica que la tomaron muy personal con Rosa Elena y la señora, como estaban envalentonados en el poder, humillaban y pateaban a quien querían. Yo había apoyado a 'Pepe” en la campaña, lo que pasa es que no me replegué, no alimenté ni apañé las picardías de su gobierno y el tiempo me ha dado la razón. Fue un gobierno corrupto. Hubo muchas presiones de la familia de él, hasta que me tumbaron de la radio.
¿Y los dueños de la radio no lo respaldaron?
No. Fueron injustos conmigo porque yo fundé la radio y era una emisora que nadie daba un cinco por ella. Pero los intereses políticos y económicos están por encima de cualquier cosa y a los dueños, Camilo Atala y Ricardo Maduro, no les importó. Todo el mundo se hace el loco cuando se lo van a echar. Cuando usted ya no es importante para sus intereses, le pegan una patada en la nalga y nos vemos.
¿Tuvo dificultades económicas al salir de la radio?
Muchas. “Pepe' me dejó en una situación económica lamentable, 'Pepe' se ensañó contra mí. La historia lo va a juzgar y lo estamos viendo, le está pasando factura la vida.
¿Y lo han intentado comprar para no criticar?
Um... mire, yo no me considero un periodista honesto porque uno peca hasta en lo que escribe. Pero me han ofrecido de todo y, cuando he tenido problemas económicos, me han ayudado; yo nunca he negado eso. Vivo de mis patrocinadores que me apoyan; hay unos cuantos que son un poco cuña y miserables, pero el empresariado en Honduras es cuña y miserable.
¿Por qué lo dice?
Lamentablemente el empresariado en Honduras exige mucho y da poco. Una parte del empresariado es muy exigente, muy llorón y apoya a los periodistas que se dedican a delinquir y chantajear. Hay un grupo de empresarios que se quejan del periodismo de extorsión, pero los alimentan, los amamantan, los apapachan y los abrazan a esos periodistas. Tienen doble cara.
¿Ha pensado en lanzarse a la política?
Soy cacho (del Partido Nacional). Pero yo no le puedo servir de trampolín a nadie. El periodista metido en política es un traficante de influencias. A estas alturas no estoy para que me utilicen, a menos que una mujer quiera abusar de mí; esa es la única forma y de ahí no ja, ja, ja.
Hablando de mujeres, ¿fue o es muy picaflor?
No, más bien el problema es que ellas me conquistan a mí ja, ja, ja... Pero no fui mujeriego, solo tengo tres hijos biológicos.
¿Y le gustaría que sus hijos fueran periodistas?
No. La profesión es muy mal pagada y se presta para un montón de cosas. Suficiente conmigo y con todo el dolor de cabeza que le he dado a mi familia siendo periodista, sobre todo a mi mamá. A mí no me interesa que mis hijos sean lo que yo soy.
Bailarín, cantante... ¿alguna faceta que no se conoce de Octavio?
Tan bailarín no soy, pero sí canté; gané tres festivales en Santa Rosa de Copán y a nivel occidental, obtuve el tercer lugar con la canción “Terco corazón” de Emmanuel. También soy corredor.
¿Le hace al atletismo?
Claro, y me dediqué a esto para cuidar mi salud. Soy corredor desde hace 14 años y llegué a bajar como 26 o 27 libras. Pesaba 178 libras y hoy ando en 152. Diariamente salgo a correr y he corrido en competencias de 12 kilómetros. Yo me mantengo bien energizado.