TEGUCIGALPA, HONDURAS
La Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (Fnamp) combatirá más de una decena de delitos que cometen estas estructuras criminales.
Esta nueva unidad, que ya dio los primeros resultados al lograr la captura de 24 peligrosos pandilleros, que operaban en distintas ciudades del país, perseguirá delitos como extorsiones, narcotráfico, narcomenudeo, robo de vehículos, secuestros, tráfico de armas y municiones e indumentaria policial y militar, trata de personas, homicidios, asesinatos, terrorismo y lavado de activos, entre otros.
Operaciones
Según un informe, al que tuvo acceso EL HERALDO, la creación Fnamp, que absorbió a la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), busca potenciar y mejorar los alcances de las capacidades investigativas que se tienen en la actualidad.
Su creación conlleva el incremento de agentes, equipados con armas de nueva generación, indumentaria y vehículos para combatir de frente a los que están al mando de estos grupos criminales. Según las autoridades de la Fnamp, los delitos a combatir son de alto impacto, porque las penas oscilan desde ocho a 30 años de prisión.
Las operaciones serán en conjunto con la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), debido a que las investigaciones y las acciones serán bien sustentadas ante el Ministerio Público (MP).
Reportes de Fnamp establecen que en sus primeros operativos han logrado la captura de 25 pandilleros en ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, Comayagua, Choluteca y Danlí, El Paraíso.
Wilfredo Méndez, coordinador del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), señaló que la Fnamp no es nada nuevo, lo que está haciendo el gobierno es relanzando a la FNA, que en los últimos dos años ha sido un fracaso.
“Hay que ser bastante serios en los temas de seguridad, porque estos juegos,lo que ocasionan son juegos de muerte”, advirtió.
Maras y pandillas
Según el informe, la Fnamp define a los miembros de maras y pandillas como agrupaciones de jóvenes, comprendidos entre los 12 y 30 años, que tienen su propia estructura organizacional. Además, utilizan su propio lenguaje verbal y no verbal, es decir, se pueden comunicar por medio de señas y jergas que los identifica.
El informe indica además, que su principal objetivo es obtener recursos financieros por medio de la comisión de diferentes ilícitos y son considerados por su forma de operar, organizaciones de crimen organizado, mostrando un alto nivel de violencia en las ejecución de sus actividades ilícitas.
Por años, estos grupos han estado ligados a la extorsión, sicariato, narcomenudeo y hasta lavado de activos, pero con el crecimiento de la criminalidad, han ido aumentando sus operaciones.
En Honduras, las estructuras más poderosas son la Mara Salvatrucha (MS-13) y la pandilla Barrio 18. De estas surgieron otras como Los Chirizos, El Combo que no se deja y Los Benjamines.
Informes policiales establecen que estas operan en las principales ciudades del país, pero también se han desplazado a municipios cercanos de las zonas urbanas.
La Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (Fnamp) se conformó hace tres semanas. El anuncio lo hizo el presidente Juan Orlando Hernández.
