El éxodo de niños hondureños hacia Estados Unidos lleva la marca de la separación familiar en cada paso que los aleja del terruño patrio.
La tragedia de los menores que incluso viajan solos, se refleja en los peligros a los que se exponen en la ruta migratoria, la angustia de ser atrapados y el dolor del abandono.
El gobierno de Estados Unidos ha externado su preocupación por la imparable oleada de niños inmigrantes que ha registrado en los últimos meses la Patrulla Fronteriza.
La situación también ha sido abordada por el gobierno de Honduras, que ha movilizado a través de sus consulados en territorio estadounidense a personal para constatar y atender la situación de los menores.
El pasado fin de semana, el embajador de Honduras en Estados Unidos, Jorge Milla Reyes, realizó una gira en el estado de Texas, específicamente en el área de la frontera con México, para constatar cuál es la situación actual de los niños inmigrantes en los albergues en esa zona.
En la estación de la Patrulla Fronteriza en Fort Brown, Texas, el diplomático pudo conversar con un grupo de pequeños que explicó los motivos que los llevan a abandonar su hogar para seguir el camino hacia sus progenitores.
En Fort Brown se encuentran albergados los niños que viajan sin acompañante. Fue ahí donde Milla comprobó el dolor que atraviesan estos menores.
'El embajador conversó con un grupo de niños, quienes le explicaron por qué deciden emprender este peligroso viaje por sí solos y, con lágrimas en sus ojos, señalaban muchos de ellos que lo que buscan es poder estar con sus padres, quienes ahora viven en Estados Unidos', informó la embajada de Honduras.
La sede diplomática indicó además que durante la gira, la delegación hondureña visitó el puente Internacional de Anzalduas, donde se encontró con varios compatriotas de todas las edades que acababan de cruzar el Río Bravo.
Debido al incremento de migrantes cruzando la frontera de forma no regular, los delegados hondureños constataron que los centros de detención se encuentran sobrepoblados.
El hacinamiento en dichos centros derivó la habilitación de bases militares para poder albergar inmigrantes en mejores condiciones.
La gran cantidad de niños y mujeres que realizan la travesía con sus hijos ha alarmado al gobierno estadounidense, que ha negado un cambio de política en el asilo de inmigrantes, esperanza que muchos connacionales albergan.
Las autoridades del país norteamericano han reiterado oficialmente que de existir eventualmente una reforma migratoria, esta no beneficiará a los que hayan ingresado a EE UU después del año 2011.
En cumplimiento de las políticas estadounidenses, en la estación de la Patrulla Fronteriza de Harlingen, Texas, actualmente se desarrolla la Iniciativa Piloto de Honduras (HPI), por sus siglas en inglés.
HPI es un programa que garantiza la deportación inmediata de los ciudadanos hondureños que intentan ingresar a Estados Unidos de manera irregular y que son detenidos dentro de las primeras cien millas después de cruzar la frontera.