Una balacera, seguida por el supuesto estallido de una granada de fragmentación, dejó el saldo de un muerto y por lo menos un herido en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), mientras que las autoridades manejan con total hermetismo todo lo que acontece en ese reclusorio ubicado en el valle de Támara.
A través de una fuente de la Policía Preventiva se confirmó la muerte del privado de libertad Cristhian Daniel Durón Hernández, de 22 años, alias “El Chino”, de quien no se lograron conocer los demás datos generales y que recibió varios balazos al ser atacado por otro recluso con un arma automática.
Mientras tanto, al Hospital Escuela Universitario (HEU) fue ingresado otro presidiario de nombre Denis Gabriel Vides en un estado crítico a causa de múltiples disparos, según la información proporcionada por la Oficina de Relaciones Públicas del centro asistencial.
Se conoció, extraoficialmente, que habría más reos heridos producto del tiroteo y del estallido de la granada.
El fiscal y el perito forense de turno, así como equipos de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y de la Policía Preventiva, se trasladaron al lugar a realizar el reconocimiento legal del cadáver, así como las averiguaciones preliminares del ataque sangriento.
Al lugar también llegó un equipo del Escuadrón Antibombas a realizar diligencias en relación al estallido del artefacto explosivo.
Como presunto autor material del crimen la Policía sindica al preso José René Núñez Borjas, quien está acusado por asesinato, portación ilegal de armas y otros delitos.
Tiroteo y explosión
Una ráfaga de disparos y una explosión al interior del recinto penitenciario generó un ambiente de zozobra entre los privados de libertad, policías y demás autoridades.
Según versiones extraoficiales que se conocieron en horas de la mañana, Hernández Durón (fallecido) transitaba por un pasillo cercano al módulo de Casa Blanca con una granada en la mano, por lo que otro recluso lo observó y se imaginó que la lanzaría en el recinto, por lo que le disparó a mansalva, supuestamente con una ametralladora Uzi, matándolo al instante. Se supo que en el momento que Durón Hernández, presunto miembro de la MS, cayó abatido a tiros hizo explosión la granada. Según lo relatado por testigos, afuera del reclusorio se escuchó una ráfaga de disparos seguida de una explosión.
El agente de la Policía Preventiva Donaldo Martínez reveló que en la escena del crimen quedaron unos 38 casquillos de bala, los que fueron levantados por técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la DNIC. Además confió que Durón Hernández recibió por lo menos nueve balazos.
Dijo que el caso sobre lo que ocurrió está en proceso de investigación porque “nadie da ninguna versión”.
Periodistas de los diferentes medios de comunicación trataron de conocer la versión de las autoridades en torno al crimen, lo que no se logró debido al hermetismo con que las autoridades manejan lo que ocurre en el reclusorio, a tal grado que ni siquiera permiten el ingreso de la prensa a las oficinas del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
Se constató que Durón Hernández ingresó a la PNMAS el 31 de mayo del 2013 acusado ante el Juzgado de Letras Penal de Tegucigalpa por los delitos de extorsión continuada y portación ilegal de armas.