Efectúan protestas contra el gobierno de Santos en Bogotá y Medellín

Bogot&aacute;, Colombia La oposici&oacute;n colombiana asest&oacute; el s&aacute;bado un importante golpe de opini&oacute;n en las calles. Miles de inconformes atendieron el llamado del expresidente Álvaro Uribe para protestar contra el gobierno de Juan Manuel Santos y la manera en que se han desarrollado los di&aacute;logos de paz con la guerrilla de las FARC. 'Renuncia, Santos, el pueblo no te quiere' se escuch&oacute; en m&aacute;s de 20 ciudades de Colombia, donde hombres y mujeres de todas las edades vistieron camisetas amarillas y rojas y portaron pancartas que expresaban rechazo a las pol&iacute;ticas oficialistas de seguridad, empleo, salud y educaci&oacute;n. El expresidente Uribe, hoy el m&aacute;ximo opositor al gobierno, encabez&oacute; la marcha en Medell&iacute;n, la segunda ciudad m&aacute;s grande del pa&iacute;s. Mientras que en Bogot&aacute; uno de los colaboradores del otrora mandatario, el exministro Rudolf Hommes, guio a miles de manifestantes a lo largo de 20 cuadras para colmar, a pesar de la lluvia, la Plaza de Bol&iacute;var, en el centro de la capital. 'Lo de hoy es un clamor democr&aacute;tico', indic&oacute; Hommes a The Associated Press en medio del resonar de pitos y bubucelas y la entonaci&oacute;n del himno colombiano por parte de los manifestantes. 'Un presidente tiene que escuchar a los ciudadanos. A Santos le estamos diciendo que el malestar es gigantesco y que tiene que corregir el rumbo del pa&iacute;s', exigi&oacute;. Los actos multitudinarios coinciden parcialmente con los alica&iacute;dos porcentajes de popularidad del presidente Santos, los m&aacute;s bajos desde que asumi&oacute; su primer periodo de gobierno en 2010. La &uacute;ltima medici&oacute;n de la firma Ipsos-Napole&oacute;n Franco tas&oacute; la imagen favorable del mandatario en 25%, mientras que la negativa la ubic&oacute; en 75%. La administraci&oacute;n nacional es fuertemente criticada por la gesti&oacute;n econ&oacute;mica y las pol&iacute;ticas para conjurar el desempleo. A ello se suma que al menos el 66% de los colombianos consultados son pesimistas frente a una eventual firma de un acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC para poner fin a un conflicto interno de m&aacute;s de medio siglo. 'Estamos cansados de tanta mentira que dice el presidente; estamos cansados de que les entregue y les regale el pa&iacute;s a las FARC', dijo Rafael Calder&oacute;n, un locutor que particip&oacute; en la marcha en Bogot&aacute;. 'Yo quiero la paz para Colombia, pero lo que no quiero es que nos manipulen. All&aacute; (en La Habana) gast&aacute;ndose millones de pesos, mientras que ac&aacute; (en el pa&iacute;s) la gente se muere de hambre'. La decepci&oacute;n sobre el proceso de paz, que inici&oacute; en noviembre de 2012, ha crecido luego de que el pasado 23 de marzo no se alcanzara un acuerdo final, tal como lo hab&iacute;a previsto Santos. Las partes explicaron que manten&iacute;an discrepancias sobre aspectos de justicia, reparaci&oacute;n de v&iacute;ctimas y deposici&oacute;n de las armas. Las horas previas a las marchas estuvieron marcadas por la tensi&oacute;n en el orden p&uacute;blico. Algunas zonas, como el departamento norte&ntilde;o de C&oacute;rdoba, amanecieron militarizadas el s&aacute;bado luego de la violencia desatada en los &uacute;ltimos d&iacute;as por el grupo narcoparamilitar del llamado Clan Úsuga. Este grupo ilegal ha asesinado a miembros de la fuerza p&uacute;blica, bloqueado v&iacute;as, incendiado veh&iacute;culos y efectuado hostigamientos para exigir al gobierno que le otorgue reconocimiento pol&iacute;tico. Esa demanda fue rechazada de manera tajante por Santos, quien anunci&oacute; el combate frontal al Clan Úsuga.

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