Como Santa Ana de Hula, que significa “abundancia de hule”, se le conoció en sus inicios al municipio, que en el recuento de la población de 1791 era un pueblo del curato de Ojojona.
Para estos días en esta pintoresca y hospitalaria comunidad que dista 24 kilómetros de la capital, se respira el ambiente festivo en cada rincón.
Los más de 10 mil habitantes que residen en las seis aldeas y 56 caseríos tienen motivos para estar de fiesta: la celebración de la tradicional ferial en honor a la patrona y protectora de la región: Nuestra Señora de Santa Ana.
Los días denominados de júbilo, en que los que se hace una pausa para celebrar, son del 25 de julio al 5 de agosto.
Devoción y cultura
Con el interés de que los habitantes participen en las celebraciones, la feria se ha divido en dos aspectos: el religioso y el cultural.
“Nos encontramos alegres y contentos porque en esta feria se ha separado la parte religiosa y lo que corresponde a la diversión. Queremos darle al municipio una propuesta sana de diversión en familia, como también poner a todos los habitantes en oración”, manifestó Jorge Alberto Sandres, alcalde de Santa Ana.
Lo que corresponde a la parte religiosa, esta se ve reflejada en las manifestaciones de fe y devoción que los feligreses y visitantes le tributan a la patrona. Rezos, oraciones, entrega de presentes, pagos de promesas y peticiones, entre otras cosas, ofrecen los fieles a la Virgen Santa Ana.
Para esta ocasión, la venerada imagen que data de mediados del siglo XVIII fue trasladada a la pequeña capilla de El Calvario, ubicada a unos 150 metros de la iglesia.
Es de destacar que actualmente la iglesia, construida en 1721 y considerada patrimonio de la nación, se encuentra en proceso de restauración,debido a los daños que sufrió el pasado invierno que afectaron su estructura.
A la fecha se han logrado avances significativos en su recuperación gracias a la colaboración de la feligresía y autoridades del municipio.
Hasta este templo llegó con procedencia de la aldea de Surcos de Caña, del vecino municipio de Ojojona, Isabel Espinoza.
“Yo todos los años vengo para demostrarle todo mi amor a la patrona Santa Ana y agradecerle por toda la ayuda recibida en mis necesidades”, expresó con emoción la devota.
Al igual que Espinoza, José Santos, habitante de la comunidad, también hizo acto de presencia en la capilla para rezar el Santo Rosorio.
Atractivos
La feria es el tiempo en que el municipio viste sus mejores galas y exhibe sus propuestas gastronómicas, turísticas y de diversión sana a los visitantes.
El turismo es una de las apuestas más fuertes este año del municipio, donde el Parque Eólico Cerro de Hula se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los atractivos para el turista que llega.
Este tiene una extensión de 12.3 kilometros, donde se instalaron los 52 aerogeneradores, que producirán 102 megavatios de pura energía limpia.
También se ofrecen otros sitios como el parque ecoturístico Los Encuentros, las Cuevas de Ayasta, el sitio arqueológico con símbolos y figuras prehispánicas en las paredes Cueva de la Peña, situada en el centro del pueblo, y la Cruz de Chatarra.
10,000 visitantes
De acuerdo con los miembros del Comité de Festejos, la expectativa es que más de 10,000 visitantes lleguen a la pintoresca comunidad que espera con la belleza escénica de sus callejones y casas de tipo colonial.
En la calle principal se encuentran ubicados puestos que ofrecen variedad de comidas típicas: pupusas, carne asada, sopa de gallina, mondongo, elotes, tamales, rosquillas y dulces de leche, igual que bebidas como horchata y pozol. Y sin faltar, desde luego, la sabrosa cuajada que elaboran las expertas.
Además hay un programa con diversas actividades para cada día, donde se destaca la coronación de la reina y de la india bonita, carreras de cinta, presentación de conjuntos de cuerda, show de luces y torofuego.
