Miles de habitantes de la capital de Honduras resultaron afectados por el paro de labores que cumplen este miércoles más de dos mil unidades del transporte urbano.
La paralización, declarada en contra de la inseguridad que ha dejado al menos 58 víctimas en buses y taxis que cubren diversas zonas de Honduras, incluye unas dos mil unidades del servicio regular y otras 500 del servicio ejecutivo.
Ante la escasez de transporte público, los pobladores de Tegucigalpa y Comayagüela se vieron en la necesidad de contratar otros servicios para movilizarse hasta sus centros de trabajo y estudio, e incluso, caminar hasta los mismos.
La protesta de los transportistas resultó beneficiosa para algunos propietarios de vehículos particulares tipo pick up, quienes para suplir la demanda de transporte ofrecían el servicio en el sector comercial de Comayagüela.
Los automóviles particulares transitaban constamente por las principales avenidas de la ciudad gemela que junto a Tegucigalpa conforman la capital de Honduras.
Unidades inseguras
Solo en el primer semestre de 2014, se reportaron al menos 34 hechos violentos en las unidades de buses en diferentes zonas de Honduras, con un saldo de unidades quemadas y 39 muertos, de acuerdo a un informe del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
Entre los muertos figuran 11 conductores de bus, tres guardias de seguridad, cinco ayudantes, dos despachadores, más de una docena de pasajeros, un empresario del transporte, tres supuestos pandilleros y un policía penitenciario.
Otras 19 personas resultaron heridas y, de estas, 16 iban en las unidades como pasajeros, dos conductores y un ayudante.
Al menos 15 de estos hechos violentos tuvieron lugar en Francisco Morazán, en barrios y colonias de la capital de Honduras.
Las colonias y sectores con mayor incidencia de casos son La Pradera, Las Torres, la cuarta avenida, bulevar Comunidad Económica Europea, bulevar Fuerzas Armadas, la salida a la carretera de Olancho, Mercado Zonal Belén, Los Laureles, la Villanueva y la Humuya.
