La mayoría de las cifras usadas en este trabajo son aquellas recogidas por diferentes instituciones del gobierno español. El nuestro ni siquiera recoge estos datos actualizados en la página web de la representación diplomática de Honduras en aquel país. Es más, existe un consenso en la comunidad hondureña de que la información más exacta de la situación de esta colonia las recoge el sitio tierracatracha.es, una iniciativa privada del joven Aldo Salgado, quien lleva cerca de una década en España, como muchos otros, e intenta mantener vivo un vínculo con su tierra.
Aldo no cobra por su esfuerzo, pero su trabajo facilita comprender mejor y de forma más precisa la situación de una colonia de 55,000 hondureños que, vistos simplemente como fuentes de dinero y no como destinatarios finales de los servicios del gobierno, manda mensualmente remesas a sus familias en Honduras.
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En todo caso, los datos recogidos por tierracatracha.es muestran que, a pesar del poco prometedor panorama económico actual en España, el flujo de emigrantes hondureños hacia ese país está más fuerte que nunca. “Hay una tasa menor de recambio de personas que hace dos años. El doble de personas están quedándose. Puede ser por una mayor degradación de la situación en Honduras, o porque la situación está mejorando para ellos en España, o porque ya hay establecidas mejores redes de apoyo dentro de la colonia por acá. La mayoría de gente que está viniendo no está desconectada, sino que ya tiene una red humana”, comenta Salgado, apuntado a la repercusión del ya mencionado “efecto llamada”.
Este flujo en aumento contrasta con el de otros países latinoamericanos como Ecuador, cuyo gobierno publicó recientemente el libro “La población de origen ecuatoriano en España. Características, necesidades y expectativas en tiempos de crisis”, con el afán de brindar un apoyo más completo a su diáspora en España que quiere permanecer allí y facilitar también el retorno a su tierra a quienes lo deseen. En todo caso, este estudio muestra que en los años de la crisis económica española -2009-2014- han salido de España hacia Ecuador 63,521 más de las que han ingresado. Esto representa un 11% del total de ecuatorianos en aquel país.
Los nuestros, como hemos visto, van en aumento aún en contra de la fuerte corriente de una recesión económica tan profunda como la española. “El que emigra siempre quiere hacerlo para encontrar un horizonte mejor. Está claro que los ciudadanos de otras nacionalidades latinoamericanas en España han bajado, coincidiendo con un crecimiento de sus economías, mientras en el caso hondureño tiene que ver con que no había mucha masa crítica en un inicio, pero en cuanto ha empezado a crecer se ha producido ese ‘efecto llamada’”, comenta el embajador de España en Tegucigalpa, Miguel Albero.
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Parte de la razón de este aumento es que España es de los pocos países desarrollados a los que los hondureños pueden viajar sin necesidad de un visado gracias a los tratados bilaterales que honran los lazos históricos entre ambos países. Pero tristemente son muy comunes los casos de personas -como muchos conocidos de los entrevistados para este trabajo- que tras haber comprado un boleto hacia España son retenidas en los aeropuertos en los que aterrizan y enviadas de vuelta a Honduras.
En todo caso, contar con la benevolencia de un país extranjero no es sustituto a contar con un país del que no se quiere emigrar por necesidad. Se intentó contar con el punto de vista del consulado hondureño en Barcelona y la Cancillería para la serie Hondureños en España, pero esa entrevista no se pudo concertar sin la aprobación de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Tegucigalpa. A pesar de haber contactado más de una vez a la vicecanciller María Andrea Matamoros, la joven de 27 años no encontró tiempo para responder a esa solicitud y que la postura del gobierno hondureño fuese incluida en este trabajo.
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