Impotente, desesperado y sin saber que hacer se encuentra el señor Rigoberto Rivera, padre de la adolescente hondureña Lizzy Lizbeth Rivera Colindres de 16 años, quien desapareció de su casa en Estados Unidos junto a su pequeño hijo de cinco meses de edad.
Las autoridades estadounidenses encendieron las alarmas, luego de que los padres de la joven denunciaran que su hija desapareció de su casa ubicada en la calle Rhoden Court en Springfield, Virginia, el pasado 14 de enero y hasta la fecha no hay señales de ella ni de su pequeño.
En un principio, se informó que Rivera Colindres había huido con el papá de su retoño, sin embargo, su progenitor aseguró a EL HERALDO que no es cierto, porque la joven ya se hubiera comunicado con ellos.
Don Rigoberto contó a este medio de comunicación que el principal sospechoso del caso es el joven, José Iván Castillo Rivas, papá del hijo de Lizzy, a quien al mismo tiempo calificó como alguien de suma peligrosidad, ya que supuestamente tiene vínculos con pandilleros de El Salvador, pero este extremo no ha sido confirmado ni negado por autoridades policiales de Estados Unidos.
“Él (Castillo Rivas) es de origen salvadoreño y está ligado con pandillas… Tenemos miedo a que vaya a pasar lo peor con mi hija por las amenazas que él le hizo a mi esposa y a ella. Él dijo que le iba a quitar al niño y que iba a hacer con mi hija lo que él quisiera”, reveló señor mientras su voz se quebrantaba.
Asimismo, recordó que dos meses después las autoridades de ese sector lo dejaron libre, porque este había pagado una fianza solicitada, pero salió con restricciones de que no se podía acercar a ella ni al niño que procearon en común.
“Me siento angustiado e impotente por no poder hacer nada, pedimos a la población hondureña que nos ayude con sus oraciones, a las personas que si la han visto que nos den la información. No podemos dormir desde desapareció”, acotó.El hombre manifestó que su esposa interpuso todas las denuncias respectivas en EE UU por el desaparecimiento de su hija y que estos han movilizado todos sus equipos de investigación para dar con su paradero, no obstante, hasta el momento no han encontrado rastro alguno por lo que determinaron publicar su fotografía en los medios de comunicación.
El acongojado padre aseveró que se han tratado de comunicar con su hija por Facebook y por su celular, sin embargo, pero no da respuesta alguna.
“Conociendo a mi hija como es, ella por lo menos hubiera dicho 'papi estoy bien', pero nada. Todo esto nos da a nosotros una mala espina de que el muchacho la tenga amenazada si es que no le ha hecho nada… no quiero pensar lo peor, pero viniendo de ese tipo de personas… ojalá tenga misericordia”, puntualizó el hombre.
La menor desaparecida residía en la colonia Inva de la ciudad del Progreso, departamento de Yoro, sin embargo, hace cuatro años se había ido a vivir junto a su madre y sus tías a Estados Unidos, donde conoció al joven que presuntamente es el sospechoso de su rapto.