El caos que provocó días atrás el tema de la inmigración en el bloque de legisladores republicanos revela la magnitud del riesgo que corre el partido, muy necesitado de unidad, de cara a las elecciones de noviembre en las que se decidirá quién controla el Congreso.
Los dirigentes republicanos creían el viernes que habían encontrado la manera de conciliar las alas intransigente y moderada en un tema que los desvela desde hace años.
La derecha podría votar a fines de junio sobre un proyecto que refleja las posiciones más duras del presidente Donald Trump, con reducción de la inmigración legal y allanamiento del terreno para el muro en la frontera con México. Los centristas tendrían la oportunidad de elaborar una alternativa más moderada con la Casa Blanca y los demócratas, que también se sometería a votación.
Sin embargo, el plan se derrumbó ante la rebelión de la extrema derecha. Muchos se habían sumado a otros republicanos y todo el bloque demócrata para derrotar un proyecto de ley agraria, en un revés humillante para los dirigentes republicanos de la cámara, en particular su presidente saliente Paul Ryan.
En esencia, el sector más conservador de los republicanos tomó de rehén el proyecto de ley agraria.
Dijeron que no la aprobarían a menos que se les diera la seguridad de que, al abordar el tema de la inmigración en las próximas semanas, los líderes no permitirían la aprobación de una versión excesivamente blanda.
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El representante Jeff Denham, un líder de los moderados, dijo que su grupo redactaría un proyecto que permitiría a los dreamers permanecer en el país _una posición que es anatema para la derecha_ y acentuaría la seguridad en la frontera.
El proyecto de inmigración moderado 'desconoce el resultado de la última elección y lo que quieren la mayoría de los estadounidenses y la gente en este organismo lo sabe', dijo el representante Scott Perry, miembro del ultraderechista Freedom Caucus en la cámara, muchos de cuyos miembros votaron contra la ley agraria.
'Todo es cuestión de oportunidad e influencia y el proyecto agrario fue una víctima, desgraciadamente', dijo Perry.
Denham y sus aliados tampoco estaban dispuestos a ceder. Dijo a la prensa que la derecha 'violó ese acuerdo' y que su grupo buscará un acuerdo bipartidista.
Estas disputas internas son lo contrario de lo que necesita el Partido Republicano en momentos en los que enfrenta los intentos demócratas de ganar el control de la cámara en noviembre. Los demócratas necesitan ganar 23 bancas para obtener la mayoría y una serie de victorias en elecciones especiales, además de las encuestas, indican que tienen una buena posibilidad de lograrlo.