Nuevo México, Estados Unidos
Las autoridades aguardan los resultados de una autopsia para determinar qué causó la muerte de una hondureña transexual que estaba bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Algunos activistas la identificaron como Roxana Hernández y dijeron que formó parte de una caravana de migrantes centroamericanos que viajaron a través de México hasta la frontera con Estados Unidos.
La mujer de 33 años murió el viernes temprano en un hospital de Albuquerque, donde fue admitida después de mostrar síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones vinculadas con el VIH, informaron las autoridades federales.
La registraron bajo el nombre de Jeffry Hernández, y dijeron que fue detenida por primera vez el 13 de mayo en San Diego. Más tarde fue transferida a El Paso, Texas, y luego a un centro de detención en el oeste de Nuevo México, donde fue alojada en la unidad de transexuales.
La muerte de Hernández ha reavivado preocupaciones sobre el tratamiento que se les da a las personas transexuales bajo arresto.
El Centro Legal para Transexuales, con sede en California, y otros grupos activistas emitieron declaraciones esta semana en las que exigieron que las autoridades de inmigración no detengan a las personas transexuales.
'La comunidad, ahora más que nunca, necesita organizarse para proteger a nuestros más vulnerables, particularmente a las mujeres inmigrantes transexuales que a diario se ven rodeadas de violencia”, dijo Anandrea Molina, presidenta de la Organización Latina de Trans en Texas.
El grupo activista Pueblo Sin Fronteras dice que Hernández se presentó inicialmente a agentes fronterizos estadounidenses en el puerto de entrada de San Ysidro, California, el 9 de mayo y pidió asilo.
El grupo cuestionó si Hernández recibió atención médica adecuada mientras estuvo bajo custodia federal.
Según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), a todos los detenidos se les aplican exámenes médicos, dentales y de salud mental en un período de 12 horas tras su arribo a una instalación de detenciones. También tienen acceso a atención médica de emergencia las 24 horas del día.
Hernández es la tercera persona en morir bajo custodia del ICE desde octubre del 2017.
De acuerdo con las autoridades, la mujer ingresó el 17 de mayo al Hospital General Cibola en Grants, Nuevo México. Ese mismo día fue transferida al hospital de Albuquerque, donde permaneció en cuidados intensivos hasta que falleció. El hospital dijo que la causa preliminar de la muerte fue un paro cardiaco.
Las agencias de salud y el orden en Nuevo México fueron notificadas de la muerte. La Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Responsabilidad Profesional del ICE fueron notificadas también, así como el consulado de Honduras en Houston.
Las autoridades de inmigración dicen que, entre el 2005 y el 2009, Hernández ingresó dos veces ilegalmente a Estados Unidos, y en ambas ocasiones se le permitió regresar voluntariamente a México, pues dijo tener nacionalidad mexicana. En el 2014 entró ilegalmente por tercera vez y fue deportada.
Las autoridades dicen además que fue declarada culpable de robo en el 2006 y de prostitución y otros cargos en el 2009, en ambos casos en Texas.
Las autoridades aguardan los resultados de una autopsia para determinar qué causó la muerte de una hondureña transexual que estaba bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Algunos activistas la identificaron como Roxana Hernández y dijeron que formó parte de una caravana de migrantes centroamericanos que viajaron a través de México hasta la frontera con Estados Unidos.
La mujer de 33 años murió el viernes temprano en un hospital de Albuquerque, donde fue admitida después de mostrar síntomas de neumonía, deshidratación y complicaciones vinculadas con el VIH, informaron las autoridades federales.
La registraron bajo el nombre de Jeffry Hernández, y dijeron que fue detenida por primera vez el 13 de mayo en San Diego. Más tarde fue transferida a El Paso, Texas, y luego a un centro de detención en el oeste de Nuevo México, donde fue alojada en la unidad de transexuales.
La muerte de Hernández ha reavivado preocupaciones sobre el tratamiento que se les da a las personas transexuales bajo arresto.
El Centro Legal para Transexuales, con sede en California, y otros grupos activistas emitieron declaraciones esta semana en las que exigieron que las autoridades de inmigración no detengan a las personas transexuales.
'La comunidad, ahora más que nunca, necesita organizarse para proteger a nuestros más vulnerables, particularmente a las mujeres inmigrantes transexuales que a diario se ven rodeadas de violencia”, dijo Anandrea Molina, presidenta de la Organización Latina de Trans en Texas.
El grupo activista Pueblo Sin Fronteras dice que Hernández se presentó inicialmente a agentes fronterizos estadounidenses en el puerto de entrada de San Ysidro, California, el 9 de mayo y pidió asilo.
El grupo cuestionó si Hernández recibió atención médica adecuada mientras estuvo bajo custodia federal.
Según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), a todos los detenidos se les aplican exámenes médicos, dentales y de salud mental en un período de 12 horas tras su arribo a una instalación de detenciones. También tienen acceso a atención médica de emergencia las 24 horas del día.
Hernández es la tercera persona en morir bajo custodia del ICE desde octubre del 2017.
De acuerdo con las autoridades, la mujer ingresó el 17 de mayo al Hospital General Cibola en Grants, Nuevo México. Ese mismo día fue transferida al hospital de Albuquerque, donde permaneció en cuidados intensivos hasta que falleció. El hospital dijo que la causa preliminar de la muerte fue un paro cardiaco.
Las agencias de salud y el orden en Nuevo México fueron notificadas de la muerte. La Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Responsabilidad Profesional del ICE fueron notificadas también, así como el consulado de Honduras en Houston.
Las autoridades de inmigración dicen que, entre el 2005 y el 2009, Hernández ingresó dos veces ilegalmente a Estados Unidos, y en ambas ocasiones se le permitió regresar voluntariamente a México, pues dijo tener nacionalidad mexicana. En el 2014 entró ilegalmente por tercera vez y fue deportada.
Las autoridades dicen además que fue declarada culpable de robo en el 2006 y de prostitución y otros cargos en el 2009, en ambos casos en Texas.
