Las lágrimas en sus pequeños ojos son solo la mayor expresión de tristeza, pues los están alejando por la fuerza de sus padres.
Gritos, forcejeos y la esperanza de tener una mejor vida, así es el día a día en la frontera de Estados Unidos, cuando los menores de edad son separados de sus seres queridos bajo la política 'tolerancia cero'.
Los audios son totalmente descriptivos, pues escuchar a un pequeño gritar 'papá', 'papá', mientras es encerrado dentro de una 'jaula', solo demuestra un trato 'cruel', según dijo el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU.
El Departamento de Seguridad Interna (HS) reveló el lunes que 2,342 niños han sido separados de sus padres en la frontera con México.
La red consular de Honduras indicó que 187 familias también han sido separadas de sus pequeños, quienes son encerrados en 'jaulas'.
Se estima que al menos 200 niños hondureños permanecen retenidos en un viejo almacén al sur de Texas, Estados Unidos.
La prensa internacional publicó varias fotografías donde se ven los menores encerrados en 'jaulas' de malla metálica, dentro de un recinto.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, afirmó que los menores en custodia gubernamental reciben trato humano, sin embargo organismos de derechos humanos y hasta los mismos padres de los niños denuncian violación a los derechos de las personas.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se encuentra en Washington, como parte de la estrategia que busca una solución para los más de 47,000 hondureños amparados bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS), pero se desconoce si también está solicitando información sobre los niños detenidos en la frontera.
Desde el inicio del gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, las políticas migratorias han sido más rigurosas, pero para Antonio Guterres, jefe de la ONU, la migración es 'inevitable' y 'necesaria'.