El asesinato de la hondureña Karissa Vallejo sigue causando consternación entre sus familiares y amigos, luego que trascendiera que la joven ya presentía su muerte a manos de su pareja, Wilfredo Umanzor.
En las últimas horas, una amiga muy cercana a la guapa catracha que residía desde hace varios años en Texas, Estados Unidos, reveló que la joven le había pedido que la llamara todos los días a cierta hora para confirmar que aún seguía con vida.
La petición era que la llamara a las 6:00 de la mañana y que si no respondía que diera aviso a las autoridades, según reveló un familiar de Karissa.
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Fue así como su amiga llamó todos los días hasta el día que ocurrió la fatal noticia, eran las 6:30 de la mañana y tras varios intentos se alertó a las autoridades, quienes al llegar al lugar se encontraron con el dantesco crimen.
En la vivienda donde murió Karissa y donde se suicidó Umanzor estaban los dos hijos más pequeños de la pareja, uno de 2 y 4 años, su hija mayor, de 13 años, se encontraba en El Progreso, Yoro, pasando sus vacaciones de la escuela.
Se espera que el cuerpo de la joven sea entregado a los familiares de la joven para ser repatriado en las próximas horas.