Drama, dolor, miedo y desesperación vivió un hondureño residente en Ecuador tras los terremotos que han azotado ese país sudamericano y que ya cobra la vida de 413 personas según el último reporte de la Secretaría de Seguridad de ese país.
La historia de este catracho es como la de millones de ecuatorianos quienes vivieron en carne propia unos de los eventos naturales más desastrosos de la historia de esa nación.
El hondureño identificado Carlos Lan compartió con EL HERALDO los momentos de terror que vivió junto a su esposa, dos sobrinas y sus vecinos quienes buscaron la seguridad de la calle para evitar que sus casas les cayeran encima.
Todo comenzó con el destello de luces en el cielo, dicen los expertos que fue un fenómeno de liberación de energía de las placas tectónicas, fue el sismo más fuerte y largo que jamás he podido vivir” describe Lan en un texto que nos envió.
El compatriota recordó que en el momento de la actividad sísmica él y su familia se encontraban en su casa, sin embargo, al ver que aquello se había prolongado por mucho tiempo tomaron la decisión de salir.
“Estábamos en casa junto a mi esposa y dos sobrinas, la primera en sentir el sismo fue mi esposa, casi enseguida todo se volvió un caos, sin perder la fe, nos albergamos debajo de un marco de puerta, pero en seguida supe que algo estaba mal por la intensidad y duración prolongada.
Les pedí a todos salir del edificio en donde vivimos. Al salir nos dimos cuenta que no fuimos los únicos que decidimos lo mismo, muchos vecinos habían salido también de sus domicilios, la calma no reinaba ¡por lo contrario! Mucha angustia y desolación de todos: niños y señoras llorando, hombres ocultando sus temores casi sin éxito.
Aunque el edificio donde vivimos no sufrió mayores daños no tuvo la misma suerte muchas edificaciones aledañas al sector, aunque esta urbe (Quito-Pichincha-Ecuador) está a 179 kilómetros aproximadamente de distancia del epicentro (Pedernales-Manabí-Ecuador), hubo daños considerables.
Mis suegros y cuñados en el momento del sismo estaban en la misma provincia del epicentro (Manta-Manabí-Ecuador) Manta está considerada como una de las urbes más afectadas, ellos cuentan su versión de lo sucedido con mucha más angustia y alteración por la cercanía al epicentro, dan gracias a Dios por continuar con la bendición de vida aunque con muchas pérdidas materiales, en cada bloque o cuadra hay de 3 a 4 edificaciones afectadas o derrumbadas, muchas personas están desaparecidas, el país entero o lo que queda del esta aunando esfuerzos para ayudar pero se siente insuficiente ante tanta necesidad”, escribió Lan.
El sismo, considerado el peor en Ecuador en 40 años, devastó de sur a norte la costa del país, dejando bloques de piedra y hierro retorcido en zonas de alta concurrencia de turistas.
En un recorrido por Pedernales, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que la reconstrucción de esa zona llevará años y 'costará centenas, probablemente miles de millones de dólares'.
Una lección dolorosa
El terremoto, el más fuerte en el país desde 1979 y que fue sentido también en Colombia y Perú, ocurrió sobre las 10:00 de la noche del sábado. En un minuto de duración, el movimiento de 7,8 grados devastó sobre todo a seis provincias de la costa ecuatoriana.
El número de réplicas del sismo 'tiende a disminuir aunque todavía se no se puede descartar que se presenten sismos con magnitudes mayores a 5,0', reportó el Instituto Geofísico en un informe especial.
Y agregó que 'se espera que el tiempo de ocurrencia de réplicas dure por algunos días y semanas'.
El mandatario ecuatoriano pidió al país sacar lecciones de lo ocurrido, tras visitar zonas afectadas.