Una aterradora estrategia planificada por Mara Salvatrucha (MS) en El Salvador para hacerle frente a las autoridades de ese país ha sido descubierta tras un vacío de llamadas realizadas por los entes investigativos.
Dentro de este plan contemplan comprar armamento en Honduras, México y Guatemala, lo que cual empezaron a ejecutar, según una publicación del medio digital ElSalvador.com,
De acuerdo a las informaciones en poder del portal digital , los altos mandos de este grupo criminal preparan un Plan “C” para hacerle frente a la avalancha de capturas que realizan a diario los elementos de seguridad salvadoreña.
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La investigación revela que a través de las llamadas registradas por el Centro de Intervención de Telecomunicaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) se pudo conocer que esta pandilla quiere crear un grupo de exterminios con arma de grueso calibre, con el poder de derribar hasta helicópteros de la Policía de ese país.
“A este plan ha llegado esa organización luego de ejecutar el plan A y el plan B para sobreponerse a las medidas extraordinarias que el Gobierno ejecuta desde finales de marzo pasado en la mayoría de centros penales del país para contrarrestar el accionar de las tres pandillas, las que desde hace varios años han elevado los niveles de violencia en El Salvador”, revela el medio de comunicación salvadoreño.
Según detalla la información, la primera estrategia montada por la MS fue hacerle creer al gobierno salvadoreño que las estadísticas de muertes habían bajado, en consecuencia, pactaron con los otros grupos delincuenciales (MS-13, pandilla 18 Revolucionarios y Sureños) enterrar a su víctimas para no dejar evidencia de muertos.
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Por su parte, el Plan B, elaborado por la mara y al que llamaron “Proyecto de la Mara o Familia”, consistía en comprar 500 fusiles, para igual números de pandilleros, lo cuales serían entrenados como un grupo élite para enfrentar a los agentes policiales.
En este paso, los mandos de las maras se reunieron y acordaron “que cada una de las 249 clicas que tiene la MS-13 a nivel nacional, aportaría los dos mejores elementos que tuvieran, para ser entrenados. Estos debían saber que si flojeaban, su familia pagaría por ellos”.
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El escrito señala que la compra de armas se realizó en México, Honduras y Guatemala, “pues deben dotar de un fusil y siete u ocho cargadores a los 500 hombres de grupos elites. Además, la compra de armas también comprende explosivos como granadas de mano y lanzagranadas para destruir carros blindados y derribar helicópteros”.
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