¿Qué puede impulsar a un hombre respetado y exitoso a cometer crímenes tan abominables como el secuestro, la violación, la tortura y el asesinato de una inocente niña de apenas siete años de edad?
Esa es una pregunta que surge en el macabro caso de Yuliana Samboní, una menor colombiana que fue abusada y luego asesinada a manos del -hasta ese entonces- prestigioso arquitecto Rafael Uribe Noguera.
En este caso que conmociona no solo a Colombia, sino al mundo entero, la información sobre la vida íntima de Uribe es la que ahora ayuda a destapar su comportamiento trastornado y pervertido que mantuvo oculto.
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Antecedentes
Según el portal 'Las 2 Orillas', Rafael Uribe Noguera se graduó del colegio en 1996 y uno de sus excompañeros lo describió como “mujeriego y montador. Le gustaba mucho la rumba y hasta se desaparecía por dos días. Pero nunca lo vimos consumir coca”.
El diario El Tiempo de Colombia también brindó otros indicios de las actividades sexuales clandestinas de Rafael Uribe.
Según investigadores él visitaba la zona de prostitución del barrio Santa Fe, en el centro de Bogotá. Además, aseguraron que luego de revisar la computadora personal de Uribe se pudo establecer que ordenaba adolescentes a domicilio, algunas de hasta 15 años.
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Pruebas
En el escrito de acusación, la Fiscalía lo acusa por tres delitos: secuestro, feminicidio agravado y acceso carnal violento, por los que podría pagar hasta 60 años de cárcel.
De acuerdo con el ente acusador, hay 100 pruebas en contra de Uribe Noguera, entre las que se encuentran informes forenses, videos de cámaras de seguridad y testimonios.
Además, la Fiscalía asegura que Uribe Noguera actuó en pleno uso de sus facultades mentales.
La Fiscalía General de Colombia pide la máxima condena para el arquitecto Rafael Uribe Noguera y la familia de la pequeña Samboní exige justicia.