El secretario de Justicia Jeff Sessions pidió la renuncia de 46 fiscales federales que fueron nombrados por gobiernos anteriores, informó el viernes la dependencia a su cargo.
Muchos de los fiscales federales que fueron nombrados por el expresidente Barack Obama ya han dejado el cargo, pero se pidió la salida del resto de los que permanecieron durante las primeras semanas del gobierno de Trump 'para garantizar una transición uniforme', declaró la portavoz del Departamento de Justicia, Sarah Isgur Flores.
'Hasta que se confirmen los nuevos fiscales federales, los dedicados procuradores de carrera en nuestras fiscalías federales continuarán con la gran labor del departamento en materia de investigación, procuración de justicia y disuasión de los criminales más violentos, dijo Isgur Flores en una declaración.
Se acostumbra que los 93 fiscales federales del país dejen sus cargos con la llegada de un nuevo presidente, pero las salidas no son automáticas. Un fiscal federal nombrado por el presidente George W. Bush, Rod Rosenstein de Maryland, permaneció en el puesto durante todo el mandato de Obama y es el nominado actual para subsecretario de Justicia.
Tim Purdon, ex fiscal federal de Dakota del Norte durante el gobierno de Obama, recordó que Obama les permitió a los designados por Bush permanecer en el cargo hasta que se nombrara y confirmara a sus sucesores.
'La manera en que el gobierno de Obama manejó el asunto fue la apropiada, respetuosa y con clase', subrayó. 'Esto me entristece porque muchas de estas personas son grandes servidores públicos y ahora se les pide su salida'.
Los fiscales federales son abogados a nombre del país que son designados por el presidente, generalmente a recomendación de un senador de cada estado, y son los responsables de proceso de crímenes federales en los territorios a su cargo. Reportan al Departamento de Justicia en Washington y se espera que sus prioridades sean las mismas del secretario de Justicia.
Es posible que Sessions haya realizado una sutil crítica a su desempeño en un memo emitido a principios de semana, en el que dijo que el número de procesos de crímenes violentos ha bajado pese a que la cifra de homicidios ha ido en incremento. La demanda de renuncias parece una forma de garantizar que contará con un equipo de nuevos fiscales federales que se apeguen a su agenda.
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