La destituida presidenta de Corea del Sur desafió el domingo las acusaciones de corrupción en su contra, luego de haber abandonado el palacio presidencial y vuelto a su hogar, dos días después de que la Corte Constitucional del país la apartó del cargo.
En sus primeros comentarios públicos desde la decisión del tribunal, Park Geun-hye dijo en una declaración: 'Aunque tomará tiempo, creo que la verdad seguramente saldrá a la luz'.
Park probablemente enfrentará pronto una investigación directa por parte de los fiscales, que ya la consideran sospechosa de haberse coludido con una confidente para extorsionar o pedir favores a empresas, además de haber permitido que su amiga interfiriera secretamente con asuntos estatales.
Park se trasladó a su residencia privada en el sur de Seúl, donde fue recibida por cientos de seguidores que corearon su nombre a gritos y agitaban la bandera surcoreana.
Park llegó en un sedán negro flanqueado por guardaespaldas y saludó desde el interior del coche. Luego salió e intercambió unas palabras con miembros de su grupo antes de entrar a la casa.
En el comunicado leído por un miembro de su partido, la exmandataria agradeció a sus seguidores y se disculpó por 'no cumplir con mi deber como presidenta'.
Momentos antes el domingo, Park se disculpó por haber confiado en su confidente ahora encarcelada, Choi Soon-sil, pero negó firmemente cualquier falta legal.
La Corte Constitucional destituyó formalmente a Park el viernes, ratificando la denuncia de juicio político presentada en diciembre por legisladores después de semanas de protestas de millones de personas que pedían su expulsión.
Corea del Sur elegirá nuevo presidente en unas elecciones a principios de mayo.
La decisión puso fin a una lucha por el poder que desgastó a la nación durante meses y marcó una caída impresionante para Park, que derrotó sólidamente a su oponente liberal en 2012 con el apoyo abrumador de los surcoreanos más viejos, quienes recordaban a su padre dictador como un héroe.
Park ya no tiene inmunidad penal y podría ser acusada de cargos como extorsión, soborno y abuso de poder.