Nueva York, Estados Unidos
Un juez de Nueva York negó el viernes un nuevo juicio a los dos sobrinos de la primera dama de Venezuela acusados de conspiración para enviar 800 kg de cocaína a Estados Unidos y anunció que serán sentenciados el 26 de junio.
Tras un juicio que duró nueve días, el 18 de noviembre Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas fueron declarados culpables de planificar un vuelo que transportaría 800 kg de droga de Venezuela a Honduras, sabiendo que tendría como destino final a Estados Unidos, a cambio de un total de 20 millones de dólares.
Ambos fueron detenidos en Haití en noviembre de 2015 por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, y trasladados a Nueva York, donde han permanecido en prisión desde entonces. Enfrentan una pena mínima de 10 años de cárcel, y una máxima de cadena perpetua.
'Según el gobierno, los acusados -ambos sobrinos de la primera dama de Venezuela (Cilia Flores)- buscaron sacar ventaja de sus conexiones políticas coordinando un vuelo privado que parecería legítimo y por ende sería sujeto a un menor escrutinio, a pesar de la carga ilícita de droga que llevaría', sostuvo el juez Paul Crotty en un documento judicial fechado este viernes.
Los acusados exigieron en enero un nuevo juicio bajo el argumento de que el gobierno estadounidense no consiguió presentar evidencias creíbles suficientes como para apoyar la sentencia y que un testigo del gobierno -un exnarco informante de la DEA- mintió bajo juramento en la corte, entre otras razones. Pero el pedido fue rechazado este viernes por el juez Crotty.
Los abogados de los acusados, de uno de los mejores bufetes de Manhattan, aseguraron durante el juicio que sus clientes fueron víctimas de una trampa tendida por informantes inescrupulosos y mentirosos de la DEA y que son tan 'estúpidos' y 'novatos' que cayeron en ella.
La fiscalía aseguró no obstante que los sobrinos se creían 'tan poderosos' por su cercanía al presidente venezolano Nicolás Maduro que 'podían trasladar casi una tonelada de cocaína de un aeropuerto a otro sin ser detenidos'.
Un juez de Nueva York negó el viernes un nuevo juicio a los dos sobrinos de la primera dama de Venezuela acusados de conspiración para enviar 800 kg de cocaína a Estados Unidos y anunció que serán sentenciados el 26 de junio.
Tras un juicio que duró nueve días, el 18 de noviembre Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas fueron declarados culpables de planificar un vuelo que transportaría 800 kg de droga de Venezuela a Honduras, sabiendo que tendría como destino final a Estados Unidos, a cambio de un total de 20 millones de dólares.
Ambos fueron detenidos en Haití en noviembre de 2015 por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, y trasladados a Nueva York, donde han permanecido en prisión desde entonces. Enfrentan una pena mínima de 10 años de cárcel, y una máxima de cadena perpetua.
'Según el gobierno, los acusados -ambos sobrinos de la primera dama de Venezuela (Cilia Flores)- buscaron sacar ventaja de sus conexiones políticas coordinando un vuelo privado que parecería legítimo y por ende sería sujeto a un menor escrutinio, a pesar de la carga ilícita de droga que llevaría', sostuvo el juez Paul Crotty en un documento judicial fechado este viernes.
Los acusados exigieron en enero un nuevo juicio bajo el argumento de que el gobierno estadounidense no consiguió presentar evidencias creíbles suficientes como para apoyar la sentencia y que un testigo del gobierno -un exnarco informante de la DEA- mintió bajo juramento en la corte, entre otras razones. Pero el pedido fue rechazado este viernes por el juez Crotty.
Los abogados de los acusados, de uno de los mejores bufetes de Manhattan, aseguraron durante el juicio que sus clientes fueron víctimas de una trampa tendida por informantes inescrupulosos y mentirosos de la DEA y que son tan 'estúpidos' y 'novatos' que cayeron en ella.
La fiscalía aseguró no obstante que los sobrinos se creían 'tan poderosos' por su cercanía al presidente venezolano Nicolás Maduro que 'podían trasladar casi una tonelada de cocaína de un aeropuerto a otro sin ser detenidos'.