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Putin afirma que las relaciones con Estados Unidos se han deteriorado

Rusia quiere comprender 'las verdaderas intenciones' de Estados Unidos en materia de política internacional

12.04.2017

Moscú, Rusia
El presidente ruso Vladimir Putin afirmó que las relaciones con Estados Unidos se han deteriorado desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, mientras los ministros de Exteriores de los dos países discutían en Moscú sobre la guerra en Siria.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo en una entrevista televisiva difundida el miércoles, mientras se celebraba la reunión, que el 'grado de confianza' entre los dos países se había deteriorado desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

'Se puede decir que el grado de confianza en nuestras relaciones de trabajo, especialmente en el área militar, no ha mejorado sino que, al contrario, se ha deteriorado', declaró el dirigente ruso al canal Mir 24.

Los responsables de ambos países se enfrentaron en declaraciones en los últimos días sobre el presunto ataque químico en la ciudad de Jan Sheijun y tras el cambio de posición del presidente estadounidense al ordenar el primer bombardeo contra el ejército sirio desde el inicio del conflicto hace seis años.

Rusia quiere comprender 'las verdaderas intenciones' de Estados Unidos en materia de política internacional, declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov al inicio de la reunión con su homólogo estadounidense Rex Tillerson.

Hay que evitar una 'repetición' del bombardeo estadounidense en Siria y trabajar en la creación de un 'frente común contra el terrorismo', agregó Lavrov.

'Nuestra línea de mando se basa en el derecho internacional y no en una elección del tipo 'con nosotros o contra nosotros'', dijo Lavrov.

Tillerson, por su parte, dijo querer un diálogo 'abierto, franco y sincero' destinado a 'aclarar más los objetivos e intereses comunes' y las 'claras diferencias' en el planteamiento de los dos países sobre los principales dossieres.

Esta primera visita en Rusia de un alto responsable de la nueva administración estadounidense debe servir para asentar las bases de la 'normalización' de las relaciones entre los dos países, prometida por Donald Trump durante su campaña electoral.

Pero el presunto ataque químico en la ciudad de Jan Sheijun (noroeste de Siria) y el bombardeo estadounidense que le ha seguido provocó nuevas tensiones entre ambas potencias.

'Provocaciones'
Los responsables estadounidenses se sucedieron el martes en las críticas al fuerte apoyo de Rusia al presidente sirio Bashar al Asad.

El secretario de Defensa, Jim Mattis, estimó el martes que no había 'duda' de que el régimen de Bashar al Asad era el responsable del ataque químico del 4 de abril, que causó 87 muertos, incluido decenas de niños, en la provincia rebelde de Idlib, al noroeste de Siria.

Anteriormente, un alto responsable de la administración estadounidense, que no reveló su identidad, acusó a Moscú de 'sembrar la confusión' sobre el papel del régimen sirio en el presunto ataque químico para intentar culpar a los rebeldes o a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

El presidente Vladimir Putin, por su parte, repitió en una entrevista en la televisión MIR, emitida el martes por la noche, que no veía ningún elemento que probase la responsabilidad de Damasco.

Rusia mantiene una línea que exculpa al régimen sirio: hay que mirar hacia los rebeldes, ya que el ejército sirio desmanteló su arsenal de armas químicas bajo supervisión internacional.

Putin advirtió así de las 'provocaciones' en preparación de los rebeldes que utilizarían armas químicas para después poner en entredicho a Damasco.

Voto en la ONU
Al mismo tiempo, Estados Unidos, Francia y Reino Unido presentaron en el Consejo de Seguridad un nuevo proyecto de resolución que pide la cooperación del régimen sirio en una investigación sobre el ataque.

El voto está previsto para este miércoles a las 19H00 GMT pero, según diplomáticos, Rusia utilizará su derecho de veto.

La semana pasada el Consejo de Seguridad examinó tres proyectos de resolución que no pasaron la votación.

Más allá de las cuestión del presunto ataque químico en Jan Sheijun, Tillerson transmitirá la firme opinión de los países del G7 de que el futuro de Siria debe inscribirse sin su presidente Bashar al Asad.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó la idea de 'absurda' y explicó que un abandono del apoyo ruso a Bashar al Asad supondría 'dejar vía libre a los terroristas'.

El conflicto en Ucrania, la lucha antiterrorista, Afganistán, Yemen y Libia están igualmente en la agenda de la reunión.

La visita de Tillerson precede a un encuentro tripartito que tendrá lugar a finales de la semana en Moscú entre Lavrov y los jefes de la diplomacia siria, Walid Muallem, e iraní, Mohammad Javad Zarif.