El muro fronterizo que insiste en construir el presidente estadounidense Donald Trump no será parte de una negociación bilateral, afirmó este martes el canciller mexicano Luis Videgaray, advirtiendo que su país no contribuirá a pagarlo 'bajo ningún escenario'.
'El muro no es parte de una discusión bilateral, ni debe ser. Los mexicanos no debemos ser parte de esa discusión, no vamos a colaborar en forma alguna a la construcción de algo que nos agravia', declaró en una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.
En sus cuestionamientos, los legisladores se refirieron especialmente al muro fronterizo en momentos en que Trump aumenta la presión para que el Congreso estadounidense apruebe recursos para iniciar su construcción.
El polémico muro fue uno de los ejes de su campaña y si bien en las últimas semanas parecía haber dejado de lado el tema, el domingo Trump volvió a la carga en Twitter reclamando recursos al Congreso y con la advertencia de que 'México lo pagará, de alguna forma'.
'Bajo ningún escenario vamos a contribuir con recursos económicos a una acción de esa naturaleza', respondió Videgaray, ratificando la posición de su país expresada en repetidas ocasiones por él y por el presidente Enrique Peña Nieto.
El canciller describió al muro como acto 'inamistoso, hostil que difícilmente va a cumplir con los objetivos que se plantea': frenar la entrada de drogas e inmigrantes sin papeles a Estados Unidos, y que parece 'un absoluto desperdicio de recursos'.
El equipo jurídico de la cancillería ya estudia 'todos los escenarios posibles', explicó, para recurrir a instancias internacionales y cortes estadounidenses si en el momento de iniciar su construcción se violan acuerdos limítrofes, de protección del medio ambiente y derechos humanos.
La insistencia de Trump en que México pague la colosal obra sumió a estos países vecinos, con una frontera común de más de 3.200 km (de los cuales, 600 km ya tienen algún tipo de barrera), en su peor crisis diplomática de las últimas décadas.
Las diferencias entre ambos gobiernos llevaron a Peña Nieto a suspender en enero una visita oficial prevista a Washington, luego de que Trump advirtiera que si el muro no era parte de la discusión no tendría objeto la reunión.