Estados Unidos y los países del Triángulo Norte: Honduras, Guatemala y El Salvador coincidieron el jueves en la necesidad de fortalecer la economía y la seguridad y frenar el narcotráfico, en momentos en que el gobierno de Donald Trump busca reducir la asistencia financiera que durante años apuntó a contener la violencia en Centroamérica.
El vicepresidente Mike Pence expresó a los líderes de estas tres naciones centroamericanas que su país comparte con ellos el objetivo de mejorar sus economías y dijo que eso coincidía con las prioridades de Trump de fortalecer la frontera y frenar la inmigración ilegal.
“Una economía floreciente le da a las personas una razón para quedarse en los países donde nacieron y crecer en lugar de salir hacia el norte”, expresó Pence a los líderes centroamericanos y de México en el primero de los dos días de la Conferencia sobre Prosperidad y Seguridad en Centroamérica.
El vicepresidente destacó que el gobierno estadounidense ha pedido 460 millones de dólares para fortalecer la seguridad y el desarrollo económico de esos países. No dijo, sin embargo, que se trata de casi un 30% menos que los 665 millones aprobados por el Congreso en el presupuesto de 2017 durante el gobierno del presidente Barack Obama.
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“ Estados Unidos seguirá trabajando con sus socios para apoyar los programas que demostraron ser efectivos”, dijo Pence, aunque también remarcó que Trump “quiere reforzar las fronteras” y no permitirá el ingreso de aquellos que vendan drogas o quiebren la ley.
Líderes centroamericanos
Los líderes centroamericanos acogieron el llamado de mejorar las economías y combatir el narcotráfico y las pandillas que azotan con violencia a sus países pero pidieron ayuda.
“Si estamos juntos estamos más fuertes... tenemos más opciones y vamos a ser más interesantes para otros países”, expresó el vicepresidente salvadoreño Oscar Ortiz.
Tras recordar la crisis humanitaria de 2014, cuando miles de menores centroamericanos no acompañados llegaron a la frontera con Estados Unidos, el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández dijo que los países habían acudido a la conferencia para afianzar la seguridad e impulsar la generación de empleos y el fortalecimiento de los gobiernos.
“Todos los países tenemos una responsabilidad compartida, aunque diferente”, manifestó el mandatario, quien además aprovechó para dar a conocer los avances en materia de seguridad y combate al narcotráfico que presenta su gobierno.
Por su parte, el presidente de Guatemala Jimmy Morales dijo que la migración irregular contribuye a la salida de profesionales de su país y divide a las familias y manifestó que la alta criminalidad es causada en parte por el uso de su país como un lugar de tránsito de las drogas que van a Estados Unidos y Europa. Advirtió que necesita ayuda financiera y tecnológica para enfrentar esos temas.
La Cumbre para la Prosperidad
Las declaraciones tuvieron lugar en la inauguración de la conferencia que se realiza en la Universidad Internacional de la Florida en momentos en que el gobierno de Trump ha endurecido su retórica sobre los migrantes centroamericanos que llegan a través de la frontera y los que viven en Estados Unidos y ha expresado que podría no renovar el Estatus de Protección Temporal que protege a unos 260,000 salvadoreños, 86,000 hondureños y 5,000 nicaragüenses, más conocido como TPS, lo que ha causado preocupación en la comunidad inmigrante centroamericana.
Además de Pence, los mandatarios de Guatemala, Jimmy Morales; de Honduras, Juan Orlando Hernández, y el vicepresidente de El Salvador también participan de la reunión el secretario de Estado Rex Tillerson, el secretario de Seguridad Interna John Kelly y el secretario del Tesoro Steven Mnuchin de Estados Unidos. Por parte de México asisten el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray y el secretario de Hacienda y Crédito Público José Antonio Meade Kuribreña.
Algunas organizaciones no gubernamentales han expresado su preocupación porque Estados Unidos estaría desviando su asistencia financiera a un enfoque más militarizado y focalizado en temas de seguridad y narcotráfico, apartándose del que admitía la necesidad de reducir y prevenir la violencia, fortalecer las instituciones y combatir la corrupción. También manifestaron su malestar porque no fue incluido en la agenda el tema de los derechos humanos.
Tillerson, por su parte, dijo que lo que sucede en los países del Triángulo Norte impacta directamente en Estados Unidos y por eso “una Centroamérica más próspera y más segura hará mucho para detener la migración ilegal y peligrosa, derrotar a los cárteles transnacionales de la droga y las pandillas y acabar con la corrupción en sus economías”.
Durante su presentación, Pence informó que a pedido de Trump viajará entre el 13 y el 18 de agosto a Cartagena, Bogotá, Buenos Aires, Santiago y Panamá.
La conferencia, organizada de manera conjunta por Estados Unidos y México, se trasladará al Comando Sur de Estados Unidos el viernes para focalizarse en temas de seguridad.