Nueva York, Estados Unidos
El autor del atentado de Nueva York, que dejó ocho muertos al embestir a ciclistas y peatones con una camioneta, está vinculado al Estado Islámico y se radicalizó en Estados Unidos, donde vivía, dijo este miércoles el gobernador Andrew Cuomo.
El atacante, de 29 años, identificado como el uzbeko Sayfullo Saipov, 'es un depravado cobarde y estaba asociado con el ISIS', dijo Cuomo.
'Se radicalizó' tras su llegada a Estados Unidos, donde comenzó a informarse sobre el EI, y actuó sin cómplices, como un 'lobo solitario', agregó el gobernador del estado de Nueva York.
El atacante dejó cerca del vehículo una nota manuscrita en árabe en la que declara lealtad al EI, informó The New York Times, que cita fuentes policiales.
Pocas horas después del atentado en la tarde del martes en el bajo Manhattan -el más mortífero que golpea la ciudad desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas- el presidente Donald Trump ordenó reforzar los controles para el ingreso de extranjeros.
Trump, que calificó al atacante de 'muy enfermo' y 'perturbado', ya había evocado al grupo yihadista: 'No debemos permitir que el EI regrese, o entre, a nuestro país después de derrotarlo en el Medio Oriente y otras partes. ¡ Suficiente!', tuiteó.
Saipov llegó a Estados Unidos en 2010 y dispone de residencia permanente.
Es habitante de Nueva Jersey (este), donde alquiló la camioneta, y trabajó como conductor de Uber, según el Times, que agregó que ya había estado 'bajo el radar' de la policía.
El presidente de Uzbekistán, Chavkat Mirzioyev, prometió cooperar con la investigación y dio su pésame a Trump y las familias de las víctimas.
Varios centenares de ciudadanos de esta exrepública soviética de mayoría musulmana integran grupos yihadistas en Irak y Siria, según los servicios de seguridad rusos.
- 'La vida sigue' -
La zona del atentado está aún cerrada al tránsito y a los peatones. Decenas de periodistas y agentes de seguridad están apostados en el área, mientras los neoyorquinos retoman su rutina y caminan ajetreados al trabajo, al gimnasio o llevan sus niños a la escuela.
'Muchos padres no dejaron a sus hijos venir a clase hoy', cuenta Ana Pacheco, una estudiante de 17 años de la escuela secundaria Stuyvesant, que queda frente al lugar del ataque.
'Da mucho miedo porque donde sucedió esto es donde el equipo de atletismo corre todos los días. Si el ataque hubiese sido 30 minutos después todos estarían heridos', dice.
'Mi padre solo me pidió que me cuide, estaba inquieto. Ayer mis amigos y yo estábamos a media cuadra del atentado, escuchamos el choque y vimos al atacante salir y agitar sus armas, nos fuimos corriendo', relata su amigo Lucca Arnella, de 16 años.
Para Megan Brosterman, una habitante del barrio de 38 años, el atentado es un miedo que se ha hecho realidad, pero como muchos neoyorquinos, no piensa cambiar su rutina e insiste en que la vida sigue.
'Tengo miedo. Esto está pasando en todos lados y ahora aquí. Ha sido uno de mis miedos desde que sucedió en Londres y ahora es real. Pero no puedo cambiar mis costumbres por esto. Tengo hijos pequeños, la vida sigue', afirma mientras sostiene la mano de su hija de cuatro años, vestida con un disfraz de hada rosa al día siguiente de Halloween, el día de brujas.
- El ataque -
A las 3:05 PM del martes el atacante ingresó con una camioneta de alquiler blanca en la ciclovía que bordea el río Hudson, donde turistas y locales disfrutaban una soleada tarde de otoño boreal, y luego se estrelló contra un bus escolar.
Salió de la camioneta sosteniendo dos pistolas falsas y gritó 'Allah Akhbar' (Dios es grande), antes de ser baleado en el abdomen por un agente y ser detenido, dijo la policía de Nueva York (NYPD), que indicó que no buscaba a otro sospechoso. Fue operado y se espera que sobreviva, según la prensa local.
Policías, bomberos y ambulancias rodearon la zona del atentado, mientras padres preocupados huían con sus hijos de una escuela cercana, bajo el tronar de las sirenas y el sobrevuelo de helicópteros.
La cancillería argentina confirmó que cinco de los ocho muertos eran sus ciudadanos, mientras que otro resultó herido. Se trata de un grupo de amigos que celebraban 30 años de egresados de la Escuela Politécnica de la ciudad de Rosario.
Una mujer belga murió y otros tres ciudadanos de ese país resultaron heridos, indicó el gobierno de Bruselas. También se informó de un alemán herido.
El ataque fue el primer acto vinculado al terrorismo en Nueva York desde la explosión de una bomba casera en septiembre de 2016 en Chelsea, que dejó 31 heridos leves, Por ese acto, un estadounidense de origen afgano, Ahmad Khan Rahimi, fue condenado por terrorismo a mediados de octubre.
La vigilancia policial fuertemente armada se intensificó en la ciudad de 8,5 millones. Nueva York, corazón financiero y una de las ciudades que atrae más turistas en Estados Unidos, vive en constante alerta.
El desfile programado por Halloween se realizó como planeado, aunque bajo una presencia policial extrema, y Cuomo ordenó iluminar el World Trade Center con el rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense 'en honor a la libertad y la democracia'.
El autor del atentado de Nueva York, que dejó ocho muertos al embestir a ciclistas y peatones con una camioneta, está vinculado al Estado Islámico y se radicalizó en Estados Unidos, donde vivía, dijo este miércoles el gobernador Andrew Cuomo.
El atacante, de 29 años, identificado como el uzbeko Sayfullo Saipov, 'es un depravado cobarde y estaba asociado con el ISIS', dijo Cuomo.
'Se radicalizó' tras su llegada a Estados Unidos, donde comenzó a informarse sobre el EI, y actuó sin cómplices, como un 'lobo solitario', agregó el gobernador del estado de Nueva York.
El atacante dejó cerca del vehículo una nota manuscrita en árabe en la que declara lealtad al EI, informó The New York Times, que cita fuentes policiales.
Pocas horas después del atentado en la tarde del martes en el bajo Manhattan -el más mortífero que golpea la ciudad desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas- el presidente Donald Trump ordenó reforzar los controles para el ingreso de extranjeros.
Trump, que calificó al atacante de 'muy enfermo' y 'perturbado', ya había evocado al grupo yihadista: 'No debemos permitir que el EI regrese, o entre, a nuestro país después de derrotarlo en el Medio Oriente y otras partes. ¡ Suficiente!', tuiteó.
Saipov llegó a Estados Unidos en 2010 y dispone de residencia permanente.
Es habitante de Nueva Jersey (este), donde alquiló la camioneta, y trabajó como conductor de Uber, según el Times, que agregó que ya había estado 'bajo el radar' de la policía.
El presidente de Uzbekistán, Chavkat Mirzioyev, prometió cooperar con la investigación y dio su pésame a Trump y las familias de las víctimas.
Varios centenares de ciudadanos de esta exrepública soviética de mayoría musulmana integran grupos yihadistas en Irak y Siria, según los servicios de seguridad rusos.
- 'La vida sigue' -
La zona del atentado está aún cerrada al tránsito y a los peatones. Decenas de periodistas y agentes de seguridad están apostados en el área, mientras los neoyorquinos retoman su rutina y caminan ajetreados al trabajo, al gimnasio o llevan sus niños a la escuela.
'Muchos padres no dejaron a sus hijos venir a clase hoy', cuenta Ana Pacheco, una estudiante de 17 años de la escuela secundaria Stuyvesant, que queda frente al lugar del ataque.
'Da mucho miedo porque donde sucedió esto es donde el equipo de atletismo corre todos los días. Si el ataque hubiese sido 30 minutos después todos estarían heridos', dice.
'Mi padre solo me pidió que me cuide, estaba inquieto. Ayer mis amigos y yo estábamos a media cuadra del atentado, escuchamos el choque y vimos al atacante salir y agitar sus armas, nos fuimos corriendo', relata su amigo Lucca Arnella, de 16 años.
Para Megan Brosterman, una habitante del barrio de 38 años, el atentado es un miedo que se ha hecho realidad, pero como muchos neoyorquinos, no piensa cambiar su rutina e insiste en que la vida sigue.
'Tengo miedo. Esto está pasando en todos lados y ahora aquí. Ha sido uno de mis miedos desde que sucedió en Londres y ahora es real. Pero no puedo cambiar mis costumbres por esto. Tengo hijos pequeños, la vida sigue', afirma mientras sostiene la mano de su hija de cuatro años, vestida con un disfraz de hada rosa al día siguiente de Halloween, el día de brujas.
- El ataque -
A las 3:05 PM del martes el atacante ingresó con una camioneta de alquiler blanca en la ciclovía que bordea el río Hudson, donde turistas y locales disfrutaban una soleada tarde de otoño boreal, y luego se estrelló contra un bus escolar.
Salió de la camioneta sosteniendo dos pistolas falsas y gritó 'Allah Akhbar' (Dios es grande), antes de ser baleado en el abdomen por un agente y ser detenido, dijo la policía de Nueva York (NYPD), que indicó que no buscaba a otro sospechoso. Fue operado y se espera que sobreviva, según la prensa local.
Policías, bomberos y ambulancias rodearon la zona del atentado, mientras padres preocupados huían con sus hijos de una escuela cercana, bajo el tronar de las sirenas y el sobrevuelo de helicópteros.
La cancillería argentina confirmó que cinco de los ocho muertos eran sus ciudadanos, mientras que otro resultó herido. Se trata de un grupo de amigos que celebraban 30 años de egresados de la Escuela Politécnica de la ciudad de Rosario.
Una mujer belga murió y otros tres ciudadanos de ese país resultaron heridos, indicó el gobierno de Bruselas. También se informó de un alemán herido.
El ataque fue el primer acto vinculado al terrorismo en Nueva York desde la explosión de una bomba casera en septiembre de 2016 en Chelsea, que dejó 31 heridos leves, Por ese acto, un estadounidense de origen afgano, Ahmad Khan Rahimi, fue condenado por terrorismo a mediados de octubre.
La vigilancia policial fuertemente armada se intensificó en la ciudad de 8,5 millones. Nueva York, corazón financiero y una de las ciudades que atrae más turistas en Estados Unidos, vive en constante alerta.
El desfile programado por Halloween se realizó como planeado, aunque bajo una presencia policial extrema, y Cuomo ordenó iluminar el World Trade Center con el rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense 'en honor a la libertad y la democracia'.