Al menos 235 fieles que asistían a la plegaria semanal en una mezquita de la región egipcia de Sinaí (este) murieron este viernes a manos de hombres armados, en el ataque más mortífero en la historia reciente de Egipto.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, prometió una respuesta 'brutal' a este atentado, aún no reivindicado, que dejó también 109 heridos.
'Las fuerzas armadas y la policía vengarán a nuestros mártires', declaró Sisi.
El ejército del aire 'destruyó varios vehículos utilizados en el ataque' y 'atacó varios puntos terroristas que contenían armas y municiones', anunció por la noche el portavoz del ejército, Tamer El Refaï.
El ataque ocurrió en la localidad de Bir al Abed, al oeste de El Arish, capital de la provincia del Norte-Sinaí, región donde las autoridades combaten entre otros a la rama egipcia del grupo yihadista Estado islámico (EI).
Una bomba estalló en la mezquita Rawda, antes de que los atacantes comenzaran a disparar contra los fieles, indicaron responsables.
Testigos indicaron que los atacantes posicionaron alrededor de la mezquitas vehículos todo terreno y luego colocaron una bomba fuera del recinto. Dispararon entonces contra la multitud desesperada que intentaba huir y quemó sus vehículos para bloquear los accesos a la mezquita.
Los hombre armados 'entraron en la mezquita, eran entre 10 y 20 y mataron a más personas de las que hirieron', explicó a la AFP Magdy Rizk, herido en el ataque.
'Llevaban máscaras y uniformes militares', añadió, precisando que las familias que vivían en esta zona de mayoría sufí ya habían recibido amenazas de grupos extremistas.
La presidencia egipcia decretó tres días de duelo nacional.
Ataque 'horrible y cobarde
El presidente estadounidense, Donald Trump, condenó en un tuit el 'horrible y cobarde' ataque.
En un mensaje enviado a su homólogo egipcio, el presidente ruso, Vladimir Putin, evocó un ataque consternante 'por su crueldad y cinismo', según un comunicado del Kremlin.
El papa Francisco se declaró 'profundamente entristecido por las pérdidas humanas causadas por el ataque terrorista' y el gran imán de la universidad egipcia de Al Azhar, el jeque Ahmed el Tayeb, condenó 'en los términos más fuertes el bárbaro ataque terrorista'.
Ahmed Abul Gheit, secretario general de la Liga Árabe, con sede en El Cairo, condenó el 'terrorífico crimen', indicó su portavoz.
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El ministerio de Relaciones Exteriores iraní, reaccionando al ataque, estimó que 'el terrorismo no escatimará (...) brutalidades en su intento desesperado de afirmarse'.
El rey Salmán de Arabia Saudita indicó que acompaña a Egipto tras este acto 'cobarde'.
El paso fronterizo entre Egipto y la Franja de Gaza, que debía reabrirse el sábado por primera vez desde agosto, permanecerá cerrado, explicó a la AFP un responsable palestino.
Objetivos civiles
De momento ningún grupo reivindicó el ataque.
Un jefe beduino que combate al grupo Estado Islámico dijo a la AFP que la mezquita es frecuentada por adeptos al sufismo, corriente mística del islam considerada como herética por ese grupo yihadista.
Desde 2013 y la destitución por el ejército del presidente islamista Mohamed Mursi, los grupos yihadistas, entre ellos el EI, atacan regularmente a las fuerzas de seguridad en el norte del Sinaí.
Varios policías y militares murieron en esos ataques. El brazo local de EI reivindicó asimismo varios atentados contra civiles, entre ellos cristianos y adeptos al sufismo.
El grupo mató a más de 100 cristianos principalmente coptos con bombas y disparos en iglesias del Sinaí y otras partes de Egipto, obligándolos a huir de la península.
En febrero los cristianos de El Arish debieron huir en masa luego de una serie de ataques violentos contra su comunidad.
Los yihadistas de Al Qaida también amenazan Egipto. Este grupo opera desde Libia, en la frontera oeste del país.
Un grupo llamado Ansar al Islam (partidarios del islam, en árabe) reivindicó una emboscada en octubre en el desierto occidental egipcio en la que murieron al menos 16 policías.
Las Fuerzas Armadas respondieron con ataques aéreos a modo de represalia, matando al jefe del grupo, Emad al Din Abdel Hamid, ex oficial militar muy buscado después de unirse a un grupo afiliado a Al Qaida en el bastión yihadista libio de Derna.
En octubre de 2015 el grupo Estado Islámico reivindicó un ataque con bomba en el que murieron los 224 ocupantes de un avión ruso que estalló tras despegar de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo en el sur de la península del Sinaí.